Armando Rendón Aguilera @armandoren Aunque alguno de ustedes piense que lo que se hable de este “señor” no va con el Betis, por mi parte sí que entiendo que repercute e incumbe al Betis. La competencia sana eleva el nivel competitivo y de exigencia de aquellas partes que buscan un objetivo similar. Hay muchos ejemplos de ello en el mundo empresarial, personal y deportivo (sin ir más lejos Messi y Cristiano Ronaldo se han retroalimentado el uno del otro para mejorar constantemente). Pues entre el Betis y el Sevilla, el Sevilla y el Betis, esto siempre ha sucedido siendo siempre la comparación deportiva, en la gestión, en lo social, elementos en los que nos miramos unos a otros.

Hago hincapié en esto porque entiendo que la competitividad sana entres ambos equipos nos hará más grandes a ambos, queriendo siempre por mi parte que el Betis se sitúe por encima en todo aquello que sea positivo para mi entidad. Esto no es “buenismo” ni “tontismo” ni nada así, es una realidad muy demostrada en todos los ámbitos. Viene a cuento todo ello con las luchas intestinas que se están produciendo en Nervión, con un aspirante a la presidencia que la tuvo que abandonar para entrar en prisión. Debería generar vergüenza y estar prohibido que una persona con ese tipo de antecedentes pudiese representar una institución deportiva con tantos seguidores y tanta historia, pero así está ahora el mundo del “deporte”. Ha intentado incluso que intervengan judicialmente al club con la finalidad de retomar su poder interno y desde fuera esto ya nos suena mucho a nosotros a épocas pasadas. Como dice mi amigo Julio, el fútbol cada vez da más “asco”, siendo un ámbito donde progresivemente hay más gente preocupada por el poder y el dinero que por el deporte o los aficionados.

En Sevilla todos estamos rodeados de amigos, conocidos o familiares del otro equipo de la ciudad, eso es una realidad. Que algunos se tomen la rivalidad más allá de lo realmente necesario, es problema de cada uno. Este que les escribe que se ha ido muchas veces con mi vecino Rafael Reyes (que por cierto jugó en los dos equipos de la ciudad, siendo un palangana empedernido) junto a los dueños del ya desaparecido bar los Dos Hermanos sito antiguamente en el Altozano a ver al Sevilla a Nervión, siendo bético hasta la médula, teniendo a una madre “palangana” y a infinidad de amigos que disfrutan con el Sevilla, pues aunque quiera que mi equipo siempre esté por delante, nunca querré que sufran lo que nosotros sufrimos porque así corren el riesgo hasta de desaparecer y a mi eso no me gustaría, nunca.

Quiero una relación educada y respetuosa entre nuestras dos entidades, que compitan por hacerlo bien, que sean ejemplo de valores y que luchen en buena lid por hacerlo mejor que el otro, y ojalá llegando algún día a competir realmente en lo más alto de la tabla de clasificación.  Quiero la guasa de las aficiones, las risas cargadas de arte, los lunes de euforia o de esconderte tras el portátil, los Betis Sevilla de las pachangas, los derbis compartidos con una Cruzcampo, etc. No quiero “más bustos”, más javis navarros, actitudes loperianas, estilos “Caparros”, o de índole similar. Ojalá el Sevilla salga de su lucha cainita con buen pie, quedando siempre por detrás nuestra, pero que se mantenga para siempre la que para todos nosotros es la rivalidad deportiva más intensa del mundo del deporte: El Betis – Sevilla.