Béticas del verdiblanco

Por Reyes Aguilar

Reyes Aguilar @oncereyes Imposible olvidarme de aquella niña pelirroja de mi barrio, la que conservaba uno a uno todos los carnés del mismo Betis que su padre y su hermano defendieron con la misma elegancia y señorío que intramuros se estila; Macarena, no podría llamarse de otra manera, y de Laura, tan pequeña, tan mujer…