JJ Barquín @barquin_julio Decía mi compañero Armando Rendón que llegan dos partidos que son un Match Point en toda regla. Y aunque es una condena muy temprana, es una realidad incontestable. No hemos llegado a la fiesta de los difuntos y ya andamos con finales anticipadas. En el fútbol profesional casi nunca la palabra paciencia ha tenido sentido alguno. Y menos en estos tiempos donde una buena parte del beticismo ha pasado de la ilusión anhelada a la pura exigencia.

Y en este proceso de locura general, las lesiones comienzan a contribuir a la llegada de las preocupaciones y los miedos. La última, la hernia discal de William Carvalho. Además, en una posición estelar que este año está generando muchas conjeturas y suposiciones. El portugués tiene un problema serio y ya han comenzado las tertulias de bar a buscar sustitutos a un jugador con el que, parte de la afición, está siendo muy injusta. Deplorables algunos comentarios sobre la lesión y, sobre todo, sobre su persona.

Llegados a este punto sigo confiando en Rubi. Y lo digo porque en su anterior equipo demostró con creces que no le tembló la mano a la hora de contar con la cantera. El año pasado hizo debutar a varios periquitos y debería seguir con esa dinámica, en una tierra donde florecen buenos jugadores de la “Lezama de Heliópolis”. Ismael ya jugó unos minutos en Pamplona y demostró que podría ser una buena opción para hacer de mediocentro. Pero si todavía no lo ve preparado, podría utilizar a un jugador Top de la plantilla para esos menesteres.

El otro día tuve una conversación con un amigo que me ofreció una idea que podría valer, aunque suene algo escandalosa. Según su opinión, completamente objetiva pues pica su abono en Nervión, Bartra es el mediocentro que necesita el Betis. Fino, rápido en el corte, con excelente toque y buena visión de fútbol podría remplazar perfectamente al internacional portugués. Sidnei, Feddal y Mandi para dos puestos y Bartra por delante. Pues, que quieren que les diga, cuanto más lo pienso, más lo veo.

Gracias por esas conversaciones de fútbol, Guille Aguilar