Pablo Caballero Payán Se acaba el año y toca hacer un balance del mismo en clave verdiblanca, analizando las distintas parcelas y los cambios que se han producido y que tienen inmerso al primer equipo bético en una fase de construcción evidente. Hay cosas que se mantienen intactas y una de ellas es vital: la competitividad del Real Betis Balompié.

Muy poco queda de aquel Betis que tocó la gloria en los primeros compases del 24 de abril de 2022. Desde entonces, y por diversas circunstancias, las cosas han cambiado. Futbolistas fundamentales en aquel conjunto (Canales Alex Moreno y Juanmi) ya no pertenecen a la plantilla actual y los que se mantienen han perdido el peso específico que tenían entonces: Fekir se ha llevado mucho tiempo lesionado; a Borja Iglesias se la ha mojado la pólvora; William Carvalho no ha tenido continuidad por diversas lesiones musculares; y recientemente, Guido ha sufrido una lesión importante. Pero como he advertido anteriormente, el equipo sigue siendo competitivo.

En la temporada pasada logró el objetivo de volver a clasificarse para Europa al terminar sexto en el campeonato liguero. Cayó ante el Manchester United en los Octavos de Final de la Europa League y fue eliminado en la misma ronda de la Copa del Rey al perder la tanda de penaltis frente a Osasuna en un partido que tenía ganado en el minuto noventa. En la actual temporada ha fracasado con estrépito en la Europa Leaque al ser tercero en el grupo y debutará en febrero en la Conference League. En la Copa del Rey sigue adelante a pesar del susto frente al Villanovense y en La Liga ocupa la sétima posición. Sigue habiendo mucho margen de mejora, pero el equipo solo ha perdido dos partidos en La Liga y está en una buena posición para mejorar.

Otro detalle inequívoco de que el proyecto actual del Betis está en fase de construcción es el cambio que se produjo en la dirección deportivo. Antonio Cordón tomó la decisión de marcharse el pasado mes de febrero y desde este verano Ramón Planes se ha puesto al frente de esta parcela, iniciando una reestructuración de la primera plantilla que seguirá produciéndose en este mercado invernal. Ya ha llegado un nuevo fichaje (Cardoso) y todo parece indicar que no será el único y que habrá cambios importantes en la nómina de futbolistas. De momento su trabajo es bueno, sobre todo si contamos que bajo su dirección se ha fichado a Isco, un fuera de serie que ha demostrado ser un jugado de talla mundial y que para alegría de todos ha renovado hasta 2027.

En cuanto a la directiva, lo más destacable es el apoyo mayoritario que sigue recibiendo en las juntas de accionistas, lo que le permite seguir adelante con los proyectos y planes de futuro: la ampliación de capital y la culminación del estadio Benito Villamarín. Esta estabilidad institucional es importante, pero tiene aun por delante la complicada y fundamental labor de recuperar la salud económica del club. Si hay motivos para ser optimistas en cuanto a lo deportivo, creo que es de recibo seguir dándole a Ángel Haro y José Miguel López Catalán un voto de confianza.

Y por encima de todo lo expuesto con anterioridad, 2023 será recordado por todo el beticismo como el año de la retirada de un mito, de una leyenda mayúscula del Real Betis Balompié. Todavía me emociona recordar el último partido oficial de Joaquín, cuando el estadio entero coreó el “oh capitán, oh capitán” para despedir a un futbolista que, por méritos propios, entró por la puerta grande en el Olimpo verdiblanco.

Sin más que contar y en nombre del equipo que conformamos esta web, os deseamos un feliz 2024 lleno de salud, felicidad y éxitos de nuestro club. Feliz año nuevo y que vie el Betis.