Pablo Caballero Payán A falta de oficialidad, el Real Betis Balompié ha traspasado a Sergio Canales al Club de Fútbol Monterrey Rayados de la todopoderosa (una pizquita de ironía) liga mejicana. Económicamente todo el mundo sale ganando: la entidad verdiblanca ingresará diez millones de euros más otros siete en variables y el futbolista recibirá un suculento sueldo durante los tres años que dure su contrato. Y hasta aquí los aspectos entendibles, que se resumen en el dinero.

Porque, deportivamente, la decisión tanto del Real Betis como de Canales es difícilmente comprensible. Manuel Pellegrini pierde a un baluarte, al capitán general de su plantilla que, si bien no estuvo muy fino la temporada pasada, acabó siendo internacional nuevamente y logró ganar la UEFA Nations League con España. Y en poco más de un mes se marcha a una liga menor, mermando así sus opciones de seguir aspirando a integrar las listas que haga el seleccionador nacional de cara a la próxima Eurocopa.

A Sergio Canales hay que agradecerle enormemente las cinco temporadas que ha defendido el escudo de las trece barras con profesionalidad y demostrando ser un jugador talentoso que ha contribuido sobresalientemente en los recientes éxitos del club verdiblanco. Su implicación ha sido intachable y, por méritos propios, se ha convertido en un ídolo de la afición bética, que ha visto en el cántabro a un jugador representativo de sus sentimientos. Por eso la decisión de priorizar un gran contrato a permanecer en el Betis como líder de un vestuario que se ha quedado huérfano de capitán me resulta muy decepcionante.

Cambiar Heliópolis por Monterrey, hablando en términos puramente futbolísticos, es propio de un mundo raro. Allí le van a pagar mejor y le habrán prometido el cielo y la tierra, pero bien haría Canales en echarle cuenta a la primera estrofa de la canción del mejicano José Alfredo Jiménez y que ha servido para darle título a este artículo:

Cuando te hablen de amor y de ilusiones

Y te ofrezcan un Sol y un cielo entero

Si te acuerdas de mí no me menciones

Porque vas a sentir amor del bueno