Real Betis Balompié 1 (Borja Iglesias) – Valencia CF 1 (Hugo Duro) (5-4 en la ronda de penaltis)

Pablo Caballero Payán El Real Betis es el campeón de Copa de la temporada 2021-2022. Con esta primera frase tendría que darse por acabada esta crónica porque lo resume todo, pero el análisis de lo de ayer es tan bonito hacerlo que es imposible no recrearse. Además es un título logrado con total merecimiento, forjado a base de buen fútbol en muchas eliminatorias y de saber sufrir cuando hubo que hacerlo. Inolvidable lo que se vivió en La Cartuja, en toda Sevilla y en cualquier lugar del mundo donde habite un corazón bético.

El partido no pudo empezar mejor. A los diez minutos Fekir vio la internada de Bellerín por su costado y el pase al área del lateral fue un caramelo que acabó en un testarazo inapelable de Borja Iglesias. Al Valencia ya no le servía esperar y repartir estopa para frenar al Betis. Los de Pellegrini no bajaron el pistón y siguieron buscando la portería valencianista. El propio Borja Iglesias a punto estuvo de controlar un balón que Diakhaby cedió con mucho riesgo a su portero y Juanmi tuvo el 2-0 en su cabeza tras un gran pase de Alex Moreno. Pero un robo en el centro del campo y un contragolpe bien trenzado acabó con Hugo Duro definiendo muy bien ante la salida de Claudio Bravo para igualar la Final. Antes del descanso Canales mandó el balón al palo en otra clara oportunidad para los béticos.

La segunda mitad comenzó con un susto tremendo para el Betis. Gayá, afortunadamente, no acertó en su chut y encontró con una gran parada del portero chileno, aunque el rebote a punto estuvo de convertirse en gol tras rebotar en Hugo Duro y salir el balón rozando el larguero. Los de Heliópolis se recompusieron y volvieron a controlar el partido y gozaron de las más claras ocasiones para haber hecho el 2-1: Juanmi tuvo dos clarísimas (una de ellas se estrelló en el poste), Borja Iglesias otra y la más clara fue la de Fekir a falta de ocho minutos para el final. Al francés le dieron patadas por todos lados y le hicieron un penalti enorme que el horrendo, calamitoso y nefasto Hernández Hernández no vio o no quiso ver. Al borde del minuto noventa, un veloz contragolpe conducido por Bryan Gil terminó con un chut desde la frontal de Carlos Soler bien respondido por Claudio Bravo.

En la prórroga hubo mucho miedo y mucho cansancio y apenas realizaron ambos equipos jugadas de ataque con peligro de gol. La Final se fue a los penaltis y ahí el Real Betis estuvo más acertado. Willian José, Joaquín, Guardado y Tello transformaron sus lanzamientos y el Musah mandó muy arriba el cuarto lanzamiento del Valencia. El quinto lo metió Gaya y todo quedaba a expensas de lo que hiciera un chaval de Olivares que responde al nombre de Juan Miranda y que desde anoche forma parte de la historia del Real Betis Balompié. El lateral izquierdo engañó totalmente a Mamardashvili y le dio con su gol la tercera Copa del Rey a su equipo del alma.

Y ya está, campeones. Y La Cartuja se vino abajo. Las lágrimas brotaron de los ojos de miles de béticos y béticas que llevábamos muchos años anhelando una noche como la de ayer. Joaquín, el eterno gran capitán, subió al palco para recoger la copa y entregársela a sus compañeros, a un cuerpo técnico magistralmente dirigido por Manuel Pellegrini, a una entidad que crece y que ha vuelto a ser campeona y a una afición que está siempre apiñada como balas de cañón. Disfruten mucho. Vivan este momento mágico e inolvidable. Viva por siempre el Real Betis Balompié.

Lo mejor: sentir todo lo que sentimos ayer. Volver a ser campeones. Estar orgullosos de este equipo y de estos jugadores. Y personalmente, poder vivirlo con mi hermano y mis amigos y comprobar que mis dos hijas también lo sienten y lo disfrutan como dos béticas de ley.

Lo peor: con diferencia, el árbitro

Foto Principal: Antonio Pizarro / Diario de Sevilla