Reyes Aguilar @oncereyes Ahora que tan a flor de piel tenemos lo ruso, por temas humanos y futboleros, viene a mi mente una frase del gran Tolstói cuando decía aquello de que a un gran corazón ninguna ingratitud lo cierra, ni ninguna indiferencia lo cansa. Si me dicen a mí, que tantas veces he salido del Villamarín cabreada y harta, decidida a no volver más aunque llegando al costurero de la reina ya se me hubiese olvidado, que en marzo íbamos a estar semifinalistas de Copa, terceros, o cuartos o quintos en liga y con la bandera del Eurobetis ondeando a los cuatro vientos, no me lo creo. A mí,  que tantas veces he visto perder partidos que había que ganar ya fuese en el Villamarín hasta la bandera de verde y blanco o en cualquier sitio del mapa, a mí, que he visto alguna que otra vez a gente haciendo como que rompía el carnet  o lo tiraban al foso, cuando había foso y cuando no lo había. Ninguna ingratitud lo cierra, desde luego, a este corazón bético, cuántas sumas para maquillar descensos matemáticos, cuántos domingos de salir desencantados, cuántas veces nos hemos acordado de los Romeros de La Puebla con aquello de “a dónde estaré Dios mío, la próxima primavera”. A este corazón ninguna indiferencia lo cansa, porque en el fútbol ni se marcan cuatro goles siempre ni se canta el juanmigué cada vez que sale el balón a rodar, también se pierde y se empata, que es algo que sabemos de sobra, ganar siempre no sería bético. Quién me iba a decir a mí que iba a salir con medio infarto tras el partido ante el Zenit, que era algo que pasaba habitualmente con equipos que por respeto no menciono y donde incluso se ha rezado pidiendo la hora. Que hayamos eliminado al Zenit, el equipo ruso de la europalí contribuyendo así a la causa mundial contra Rusia, como dice Javier Aroca, es algo a tener en cuenta. No quiero frivolizar con un tema tan serio, pero: ¿cuántas veces, béticos y béticas del universo habéis vivido esto? ¿Quién puede  quejarse en pleno mes de marzo, oliendo a azahar y pensando en lunares que estemos a punto de hacer historia con nosotros mismos, afrontando una posible nueva final de copa y en octavos de  final de UEFA? El Real Betis está ahí, arriba, en lo más alto y además, en todos los sitios donde puede estar, eso es algo meritorio de lo que no podemos quejarnos, solo disfrutar con orgullo de esta situación extraordinaria, Manquepierda. Somos todos y todas testigos de cómo las cosas están cambiando, solo hay que ver como celebran sus victorias los rivales, casi como si fueran finales. Como dijo Don Miguel de Cervantes, que no era ruso ni falta que le hacía; “ladran Sancho, luego cabalgamos”.

Foto Principal: JOSE JORDAN / AFP