Real Betis Balompié 0 – Villarreal CF 2 (Pau Torres y Capoue)

Pablo Caballero Payán Derrota justa y sin excusas del Real Betis ante un Villarreal muy rocoso, que fue capaz de neutralizar completamente el juego creativo y ofensivo de los de Pellegrini y que aprovechó sus ocasiones para llevarse los tres puntos. Los verdiblancos siguen siendo terceros en la clasificación liguera y ya velan armas para su importantísima cita copera del próximo miércoles en Vallecas.

Se vio desde el inicio que no iba a ser un partido placentero y vistoso. Los amarillos juntaron mucho sus filas, dejando pocos espacios para que el Betis combinara jugadas de ataque. Los de Heliópolis se ahogaron en esa reducción de terreno libre y en la intensa, ordenado y efectiva presión que ejercieron los visitantes. Una de las opciones que le quedaba al conjunto bético era buscar sorprender con balones a la espalda de la adelantada defensa del Villarreal, pero no estuvieron acertados tampoco en esa faceta. Otra era intentar sorprender a balón parado, pero ahí fue el equipo de Emery el que golpeó antes del descanso, al cabecear cómodamente Pau Torres un saque de esquina horriblemente defendido por el Real Betis. No le quedaba otra a los verdiblancos que asumir más riesgos tras la pausa, pero las oportunidades claras brillaron por su ausencia, salvo una que terminó con un chut de Guardado y otra en la que Borja Iglesias no puedo cabecear un balón demasiado alto. El Villarreal se defendía bien y buscaba contraataque para terminar de matar el partido, cosa que hizo en el minuto ochenta y dos con un golazo de Capoue, que colocó el balón en la escuadra de la portería de Rui Silva.

No hay que darle más vueltas a la derrota de hoy. El rival ha sido mejor, ha sabido defender con solvencia y golpear cuando ha tenido la ocasión y el Real Betis no ha estado todo lo fino que en anteriores citas. Ahora toca centrarse exclusivamente en la Semifinal de la Copa del Rey. Tiene la entidad verdiblanca ante sí una oportunidad extraordinaria para plantarse en una final y hay que ir a por todas.

Lo mejor: la actitud de la afición, animando y alentando sin parar pese al resultado adverso.

Lo peor: la derrota y no haber sido capaz de imponer su idea a la del rival.

Foto Principal: Antonio Pizarro / Diario de Sevilla