RCD Espanyol 1 (De Tomás) – Real Betis Balompié 4 (Dos de Borja Iglesias, uno de penalti, Guido Rodríguez y Willian José)

Pablo Caballero Payán Otra victoria y otra goleada del Real Betis en apenas cuatro días que le sirve para afianzarse en la tercera plaza de La Liga y para demostrarle a todo el mundo que el equipo que dirige Manuel Pellegrini es una auténtica maravilla. Hoy en tierras catalanas ha bordado el fútbol, ha dado una lección de saber jugar a este deporte con inteligencia, ambición, contundencia, rapidez, carácter y un sinfín de cualidades positivas que hacen de este Betis una delicia para los ojos de sus aficionados.

Desde el arranque demostró el conjunto verdiblanco que quería la pelota para mandar en el partido a su antojo, a la manera que le gusta y con la que disfruta y hace disfrutar. Pero ese dominio se vio alterado por un desajuste defensivo que provocó que le RCD Espanyol se adelantara en el marcador por medio de Raúl de Tomás. Lejos de derrumbarse y venirse abajo moralmente, el Real Betis siguió erre que erre, con su idea machacona de dominar, de someter al rival a su idea de entender el balompié. A los treinta y un minutos, Borja Iglesias igualó el marcador al transformar un penalti cometido por unas manos tan claras como innecesarias de Aleix Vidal. Solo cinco después, Guido Rodríguez cabeceó a placer un saque de esquina botado por Fekir para hacer justicia a lo que se estaba viendo sobre el césped y poner a los de Heliópolis por delante.

Llegó el descanso y tras la pausa los de Pellegrini siguieron con el acelerador pisado a fondo. Lejos de especular con el resultado favorable, el Betis buscó más goles para su causa, y el tercero no tardó en llegar. Canales recibió un balón en la frontal del área y se inventó un taconazo de fantasía para dejar a Borja Iglesias (¿y er Panda, cuántos goles lleva er Panda?) solo frente a Diego López y conseguir su segundo doblete consecutivo. Con el 1-3 y el partido prácticamente resultado llegó lo más llamativo y lo que más me enorgullece como bético y como amante del fútbol. Los verdiblancos siguieron presionando con hambre, como si cada jugada fuera la última de sus vidas y tocando la pelota con velocidad, precisión y mucho criterio. Fruto de esa intensidad en la presión llegó el robo de William Carvalho (¡qué partido del portugués, qué futbolista!), la conducción de Fekir y la asistencia del francés a Willian José para que el brasileño pusiera el definitivo 1-4 en un encuentro completísimo de los andaluces.

Ahora sí, tras esta espectacular victoria toca pensar en lo que está por venir, que no es otra cosa que una cita importantísima y complicada en San Sebastián ante la Real Sociedad para buscar el pase a las Semifinales de la Copa del Rey. El equipo va a llegar a esa cita con la moral a tope y con el convencimiento de que es capaz de cualquier cosa. Disfruten béticos, disfruten, que hay motivos de sobra para hacerlo con este Betis tan maravilloso.

Lo mejor: la ambición, el hambre, la inteligencia, la claridad de ideas…

Lo peor: el desajuste defensivo que originó el 1-0

Foto Principal: rpctv.com