Real Betis Balompié 1 (Fekir) – Sevilla FC 1 (Papu Gómez) (Suspendido en el minuto 38)

Pablo Caballero Payán Un energúmeno, un impresentable aficionado de la grade de Gol Sur se ha cargado el derbi copero en el que el Real Betis Balompié estaba siendo muy superior al Sevilla FC. Se adelantaron los visitantes en su única aproximación al área bética y Nabil Fekir empató el partido con un magistral gol olímpico. En ese instante. Un sinvergüenza que ya ha sido detenido por la Policía Naciona, se le ocurrió lanzar un palo de plástico hacia el césped, impactando en la cabeza de Joan Jordán. Lo que pasó después es un esperpento antideportivo.

Desde el arranque del partido el conjunto de Pellegrini se mostró mejor plantado y con las ideas más claras que el rival. El domino era absoluto y a los diez minuto ya mereció el Betis adelantarse en el marcador, pero el remate de Pezzella se topó con el palo. Los verdiblancos mandaba, eran los únicos que querían la pelota y buscaban insistentemente la portería sevillista. Pero en el minuto treinta y cuatro, un error en la salida del balón de Alex Moreno lo aprovechó Óliver Torres para mandar el esférico a la frontal del área y allí apareció Papu Gómez para conectar un chut colocado y establecer el 0-1. El gol visitante supuso un jarro de agua fría que se disipó enseguida. Solo cuatro minutos después, Fekir lograba el empate con un gol olímpico.

Y ahí se acabó el partido. Jordán recibió el impacto de la barra de plástico y lo que ocurrió después es digno de las mejores actuaciones de Hollywood. En jugador agredido se paseó con total tranquilidad y sin aparentes signos de mareo por el césped del Villamarín y, solo cuando el árbitro pretendía reanudar el partido, se sintió indispuesto siguiendo las indicaciones de su entrenador. Hay que condenar y actuar con firmeza con el canalla que se ha cargado el partido de fútbol al lanzar el palo, pero la actitud antideportiva de Lopetegui es igualmente censurable y debería ser castigada con dureza por los comités correspondientes. Las imágenes hablan por sí solas y son claras como el agua. Intentar aprovechar una circunstancia de este tipo para sacar rédito deportivo es deleznable y deja meridianamente claro cuál es el talante del técnico vasco.

Ahora toca esperar a que decidan cuándo y cómo se reanudará el partido. Ya nada volverá a ser lo mismo. Hacer cábalas y predicciones es muy arriesgado, pero viendo lo que se estaba viendo, no es una locura asegurar que el Betis tenía todas las de ganar. Lo que pasará en cuanto el balón eche a rodar otra vez es una incógnita. Es lamentable cómo se ha cargado una eliminatoria una escoria de persona, que ha perjudicado gravemente a su equipo y ha dado pie a que el rival juegue sus cartas y se aproveche de las circunstancias.

Lo mejor: el golazo de Fekir y la pitada que se ha llevado la grada de animación cuando han empezado a cantar tras la suspensión del partido.

Lo peor: el lanzamiento del objeto y el teatro posterior.

Foto Principal: Antonio Pizarro / diariodesevilla.es