JJ Barquín @barquin_julio El verbo mirar se ha puesto de moda. Y no, amigos, no les voy a hablar de voyerismo y demás prácticas sexuales. Pensándolo bien sería mucho más reconfortante, pero les vengo a hablar de los árbitros y de este negocio que ya no tiene nada que ver con el fútbol. El balompié se ha convertido en un estercolero maloliente lleno de lodo, intereses y billetes del que dan ganas de salirse. Pero vayamos con lo que nos ocupa hoy.

Tras la película estrenada por Netflix con Meryl Streep y Leonardo DiCaprio como principales protagonistas, llega ahora a nuestras pantallas Xavier Estrada Fernández. Ha escrito el muchacho un tweet para defender al estamento arbitral y lo ha bordao. Su frase va a quedar para los anales de la historia y será recordada de generación en generación. Ahora no debemos mirar hacia arriba. Ha dicho el pipiolo: “Sino te gusta lo que ves mira para otro lado”. Les pongo la frase en rigurosa transcripción, aunque les duelan los ojos, amigos lectores. Un tratado de humanismo en 11 palabras. Shakespeare y DaVinci juntos por un instante.

Tras lo vivido el pasado domingo en Vallecas más lo que llevamos aguantado estos últimos años, un árbitro nos dice que si no queremos caldo, que tomemos dos tazas. Y lo dice un tipo que pertenece a un grupo privilegiado que cobra al mes un pastizal (12.500 euros) y otro pastizal por partido (4.200 euros). Un estamento que no permite ninguna crítica y que vive anclado en la prehistoria, por ese corporativismo dañino que es veneno para cualquier institución.

La frase de Estrada Fernández es una sentencia dictatorial y despótica que mira a los ojos de sus esclavos, unos aficionados que soportan indefensos la chulería de unos privilegiados de padre y muy señor mío. Su frase, además de ser un insulto a la ortografía, conlleva otras connotaciones relacionadas con la coacción, el chantaje, la extorsión y casi el soborno. Sin darme cuenta les he definido al estamento arbitral. Creo que no merece la pena seguir escribiendo. Ha quedado todo más que claro.