Real Betis Balompié 4 (Dos de Alex Moreno, Juanmi y Fekir) – Real Sociedad 0

Pablo Caballero Payán Quien mire el resultado del partido que en la tarde del domingo disputaron el Real Betis y la Real Sociedad puede llegar a la conclusión de que el conjunto verdiblanco obtuvo una plácida y cómoda victoria. Nada más lejos de la realidad, porque esta goleada se forjo desde el trabajo defensivo, desde un convencimiento absoluto para ponerse el mono de trabajo, capear el temporal y saber aprovechar todas sus virtudes.

La primera jugada del encuentro fue premonitoria de lo que pasó más adelante. Alex Moreno exhibió una velocidad alucinante para forzar un saque de esquina nada más arrancar el juego. No tardó en aparecer el lateral zurdo, que fue el encargado de lograr el 1-0 tras aprovechar el regalo del portero realista. Remiro salió a por uvas a un balón disputado entre Willian José y Le Normand y el brasileño se la cedió a Alex Moreno para que lograra el gol a puerta vacía. Se le ponía todo de cara al conjunto de Pellegrini ante una Real Sociedad que alineó a diez jugadores que salieron de inicio el pasado jueves. Sin embargo, durante la primera mitad, no notaron los donostiarras el cansancio y, a pesar de verse por detrás en el marcador, no se vinieron abajo anímicamente y se impusieron con total claridad a un Betis que se agazapó en busca de contragolpes. Ese dominio txuri-urdin fue contrarrestado por los verdiblancos con un buen trabajo defensivo, con ayudas constantes por parte de todos los jugadores y con un Rui Silva muy seguro en los balones aéreos y salvando el empate en tras un chut cruzado de Portu.

Fue un alivio para los de Heliópolis la llegada del descanso con el marcador a favor. Pasó que tras la pausa el Real Betis dio un pasito adelante y la Real empezó a notar en las piernas el partido del jueves y el esfuerzo de la primera mitad y los pupilos de Pellegrini se convirtieron en un huracán imposible de controlar. Fekir vio el desmarque por la banda de Alex Moreno y el lateral catalán puso un pase perfecto al área para que Juanmi apareciera entre Le Normand y Aihen Muñoz y conectara un cabezazo picado para poner el 2-0. No había aparecido apenas el delantero malagueño, pero en su primera oportunidad logró su décimo gol en el campeonato liguero. El segundo gol bético fue un mazazo definitivo para los vascos. Los de Imanol se descompusieron por completo y terminaron siendo arrollados por un Betis atronador, eléctrico y con una velocidad de juego muy superior a la del rival.

Nueve minutos después del gol de Juanmi, Willian José (vaya partidazo del delantero) encontró a Fekir en la frontal del área y el crack francés controlo con el pecho, la echó al suelo y con diestra se la colocó imposible a Remiro para poner el 3-0 y convertir al Benito Villamarín en una fiesta. Con el partido finiquitado no bajó el Betis el pie del acelerador y William Carvalho a punto estuvo de hacer el cuarto tras una gran jugada colectiva. No fue en esa ocasión pero si en la siguiente. Nuevamente Alex Moreno desbordó por su carril y Canales le puso un pase en profundidad maravilloso para que el lateral controlara la pelota, se la orientara y encarase al portero rival para, con un chut cruzado, poner el definitivo 4-0 en el marcador, redondeando así su mejor partido como bético con dos goles, una asistencia y un buen despliegue defensivo. De ahí al final poco más pasó. Algunos acercamientos donostiarras buscando el gol del honor y algún contragolpe del Betis aprovechando los espacios del rival.

Los de Pellegrini se mantienen en la tercera plaza clasificatoria, suman treinta y tres puntos y consiguen cuatro victorias consecutivas en la Liga con un balance favorable de 11-1 en esos encuentros. El equipo está de dulce e invita a soñar con una temporada magnífica, pero el éxito llegara siguiendo la receta empleada hasta la fecha: trabajo, humildad y no mirar más allá del siguiente reto, que será el jueves en Talavera de la Reina en una nueva eliminatoria de la Copa del Rey.

Lo mejor: el vendaval de la segunda mitad, el partidazo de Alex Moreno, el juego colectivo, el sabe sufrir sin descomponerse…

Lo peor: el rato que estuvo a merced del rival, aunque lo solventó notablemente.

Foto Principal: Antonio Pizarro / Diario de Sevilla