Valencia C.F. 2 (Rodrigo y Garay) – Real Betis Balompié 3 (2 de Rubén Castro y Joaquín)

El Real Betis logró la primera victoria de la temporada en un campo maldito desde hace tres décadas. Los tres puntos se lograron de manera agónica, casi en la última jugada del partido, tras desperdiciar una ventaja de dos goles y de superioridad numérica.

Salió el equipo del sancionado Poyet con las ideas muy claras, bien plantado sobre el verde césped de Mestalla y sin ningún tipo de complejos ante un rival que, en nombres, parecía superior. Los contragolpes del Betis se intuían peligrosos pero, a la hora de la definición, la clarividencia se tornaba en oscuridad y no se resolvía eficazmente. Pero con un jugador como Rubén Castro en liza, concederle más de una oportunidad para que logre perforar la portería, es un lujo que no debes conceder. A la tercera que tuvo el canario, adelantó a los verdiblancos. Las acometidas valencianas siempre fueron bien solventadas por Adán.

La segunda mitad comenzó con la beneficiosa expulsión de Enzo Pérez. El argentino entró bruscamente sobre Durmisi y el árbitro le mandó a los vestuarios. Tan solo tres minutos después, Joaquín culminaba un buen contraataque, poniendo el 0-2 y dejando visto para sentencia el partido. Pero el Betis se empeñó en no hacer más sangre y permitió que un rival muerto resucitara, le empatara el partido y, para colmo de males, le pusiera en bandeja una remontada que parecía descabellada veinte minutos antes. Quizá ahí fue donde cimentó el equipo de Poyet su victoria. La ambición valencianista permitió a los de Heliópolis a contragolpear con peligro. En el último de estos contraataques, Rubén Castro logró el gol de la victoria, cuando al partido le quedaba un minuto para expirar.

Este inútil e innecesario sufrimiento debe corregirse. Más que nada porque empaña la buena imagen que ofreció el equipo en la mayor parte del encuentro. No siempre va a aparecer el delantero canario para sacarnos las castañas del fuego. O sí, porque lo de Rubén es indescriptible.

LO MEJOR: la victoria pero, sobre todo, la magnífica imagen del equipo durante a primera hora del partido.

LO PEOR: el despiste que permitió a un equipo moribundo empatar el partido.

DETALLES: el buen debut de Brasanac y el partido enorme de Durmisi.

Pablo Caballero Payán @pablocpayan