Real Betis Balompié 3 (Luiz Henrique, Joaquín y Canales) – PFC Ludogorets 2 (Despodov y Rick)

Pablo Caballero Payán Nueva victoria del Real Betis, esta vez en la Europa League, para situarse líder de su grupo y seguir con una dinámica tan positiva que le ha permitido ganar seis de sus siete partidos oficiales disputados hasta la fecha. Sobresalió el golazo de Joaquín, que de la mejor manera calló la bocaza a los que solo saben sembrar odio, y sobraron los últimos minutos de apuro ante el empuje del rival.

Como viene siendo habitual, Manuel Pellegrini apostó por las rotaciones e introdujo hasta ocho cambios en el once inicial con respecto al que saltó al césped frente al Villarreal CF. No fue esa circunstancia un hándicap para que el Real Betis controlara el juego desde el arranque, con Guardado y Canales llevando la batuta del equipo. Ese control se vio reflejado en el marcador a los veinticuatro minutos tras una larga jugada del ataque bético. Se internó en el área Luiz Henrique tras dejar por los suelos a dos rivales para ponerle un pase a Willian José, que no pudo acertar con el chut. El extremo brasileño peleó el rechace y la pelota acabó en pies de Canales para que el cántabro lanzara un potente chut que despejó el portero visitante, yendo a parar el esférico a los pies de Miranda, que la envió hacia el segundo palo por donde apareció Luiz Henrique para lograr de cabeza su primer gol como bético. Respondió casi de inmediato el Ludogorets con una clara ocasión que abortó con una gran parada Claudio Bravo. Se repuso el Betis del susto y volvió a hacerse dueño del partido, que pareció quedar sentenciado con el golazo de Joaquín. El portuense la agarró en la frontal del área grande, algo escorado a la izquierda del ataque verdiblanco, y desde ahí lanzó un potente y colocado chut con rosca que se coló cerca de la escuadra de la portería rival. Pero justo antes del descanso Despodov recortó distancias con otro gran gol de falta directa que Bravo sacó de dentro de la portería.

Volvieron los de Pellegrini enchufados tras la pausa, sabiendo que el partido no estaba ni mucho menos ganado y que habría que trabajar duro para lograr la victoria. Avisó Canales con un disparo que desvió el portero búlgaro y a renglón seguido fue Claudio Bravo el que tuvo que emplearse a fondo para evitar el empate. Tras desaprovechar Edgar otra ocasión para poner tierra de por medio, fue Canales el que lograra el 3-1. El cántabro se sacó un chut cruzado desde fuera del área que  llegó a tocar el portero rival de manera insuficiente. Con dos goles de ventaja se calmó un poco la situación y el partido entró en una vorágine de cierta tranquilidad, que se vio rota cuando Rick estableció el 3-2 a falta de más de un cuarto de hora para el final. Y ahí aparecieron las imprecisiones y los nervios y se sufrió más de la cuenta ante un equipo que, si bien no es una gran escuadra, si tiene mucho peligro en ataque, donde cuenta con jugares rápidos y muy verticales.

Afortunadamente la cosa se quedó ahí y con el pitido final del árbitro (malo, muy malo) letón se respiró con alivio en el Villamarín. El domingo nuevamente se abrirán las puertas del estadio de Heliópolis para disputar la sexta jornada liguera, previa a un parón de dos semanas por partidos internacionales.

Lo mejor: los tres puntos y el golazo de Joaquín.

Lo peor: el sufrimiento final.