Zenit de San Petersburgo 2 (Dziuba y Malcom) – Real Betis Balompié 3 (Guido Rodríguez, Willian José y Guardado)

Pablo Caballero Payán Magnífico resultado el logrado por el Real Betis Balompié en San Petersburgo, donde logró imponerse por 2-3 y dejar la eliminatoria de clasificación para los Octavos de Final de la Europa League muy encarrilada. El discurso, pese al gran resultado, debe ser similar al del post partido de la Copa del Rey frente al Rayo Vallecano: cero confianzas y trabajo e intensidad para no pasar apuros dentro de una semana en el Benito Villamarín.

Pese a las notables ausencias de Fekir y Canales y con William Carvalho en el banquillo, la puesta en escena del conjunto de Pellegrini en la antigua Petrogrado fue inmejorable. A los dieciocho minutos el marcador presentaba un alentador 0-2 gracias a los goles logrados por Guido Rodríguez y Willian José. El primero llegó al cabecear el argentino una falta botada magistralmente por Joaquín, que regresaba al once titular después de un tiempo de ausencia. El segundo subió al electrónico tras una acción individual del delantero brasileño, que no dudó en pegarle desde fuera del área para conseguir un gran gol.

El partido parecía controlado y se presentaba placentero, pero nada más lejos de la realidad. En un abrir y cerrar de ojos, el equipo ruso logró empatar al aprovechar dos desajustes defensivos de la zaga verdiblanca cuando aún no se había cumplido la media hora de juego. El Betis fue capaz de frenar el empuje del Zenit y llevar el partido al terreno que le convenía. Volvió a presionar la salida del balón de los locales y gracias a esa presión llegó el definitivo 2-3. Ruibal robó una pelota en una zona comprometida para el conjunto local y se la puso a Guardado en bandeja de plata para que el mejicano lograse batir a Kerzhakov.

Tras el descanso bajó el ritmo del partido. El Zenit tuvo el empate a tres en una oportunidad clarísima que acabó estrellándose en el larguero de la portería defendida por Rui Silva y no volvió a gozar de otra ocasión hasta casi el final del encuentro, en una jugada en la que Pezzella estuvo providencial. El resto de la segunda mitad fue más monótona, con un Betis que supo defenderse sin pasar demasiados apuros, destacando en este apartado el trabajo defensivo de Guido y Alex Moreno. Los verdiblancos buscaron algún contraataque para dejar casi finiquitada la eliminatoria pero faltó clarividencia y serenidad en los metros finales.

Como ya hemos dicho, no está todo el pescado vendido, pero el Real Betis se trae de Rusia un buen botín de cara al partido de Vuelta. Debe imponerse la pegada y la mayor calidad de los futbolistas béticos para que el conjunto de Heliópolis se clasifique para la siguiente ronda. Es un hecho que este equipo compite de maravilla, que no le afectan demasiado las importantes bajas que presentaba y que no para de enorgullecer a su afición, que se frota los ojos viendo el rendimiento que Manuel Pellegrini está sacándole a esta plantilla.

Lo mejor: el resultado y la competitividad del equipo pese a las bajas de Canales y Fekir.

Lo peor: la facilidad con la que el Zenit empató el partido.

Foto Principal: UEFA