JJ Barquín @barquin_julio “Vaya el portero, vaya el portero, niño. Un cuarto de hora ahí para sacar. Dale a donde sea. ¿Esto qué es lo que es? Una parsimonia del fútbol. Una falta de intensidad. Qué película. Una mandanga. Madre mía, es que no sabe a quién echársela la criatura, es que no sabe el muchacho”. Lo que acaban de leer es la transcripción exacta de los momentos previos al gol de Fabián. Los sujetos que ofrecen este recital de sapiencia futbolística son Florencio Ordoñez y Javier León.
Muchos aficionados béticos no han entendido a lo largo de la temporada, a Adán o a Dani Jiménez. El lunes, tampoco a Pedro. No han entendido el sistema de Setién. Son los riesgos de un sistema que convierte al portero en un jugador más, en un elemento para crear superioridad a la hora de sacar el balón jugado. Es uno de los sellos de identidad del entrenador cántabro. Pero es normal que los aficionados no conozcamos todos los entresijos estratégicos, las variantes tácticas, los movimientos y sistemas de juego. Desgraciadamente, la gran mayoría se limita a pagar el carnet y disfrutar del equipo cada fin de semana.
Pero lo escuchado el lunes es vomitivo, repugnante. Pero también es muy esclarecedor. No hace falta comentar absolutamente nada. Ellos mismos se definen, se retratan delante de un micrófono. Creo que pocas veces en mi vida he quedado tan impresionado ante tal representación de desconocimiento, ignorancia e incultura futbolística. El documento radiofónico es demoledor, definitivo.
Han perdido absolutamente la credibilidad. Por decencia personal, por respeto a la audiencia y por decencia a la empresa que les paga, deberían renunciar a comentar un partido más. Primero, porque han demostrado su necedad futbolística. Segundo, porque se ríen del trabajo semanal de unos profesionales. Y tercero, y lo que es más grave, porque le faltan el respeto a un chaval de la cantera. Un chaval que demostró una personalidad sublime para aguantar y decidir el pase, además de una calidad sorprendente para ponerla en el pecho de Mandi, el mejor del lunes por su juego y su sentido del compañerismo, del poder del grupo.
Es increíble pensar que estos sujetos, que se denominan comentaristas, puedan ejercer el periodismo deportivo. Con sus palabras han demostrado que son unos inútiles ignorantes. Cuesta creer que sigan los entrenamientos, que vean todas las semanas el trabajo del equipo. Se hace difícil entender que no sean capaces de saber cómo juegan los equipos de Setién, cuál es su estilo, sus señas de identidad. Es su trabajo. Para eso les pagan. Y por lo escuchado, ni lo hacen ni les interesa. Es más fácil y cómodo despotricar como rameras de calle.
Tras este triste y demoledor episodio, lo mejor que podemos hacer los aficionados verdiblancos es dejar de escuchar una radio que no ofrece una mínima cuota de calidad, de rigor, de objetividad y profesionalidad en el desarrollo de su actividad. Yo lo hice hace ya muchos meses y es purificador. Y a los sujetos, recordarles una gran frase anónima que dice que lo malo de la ignorancia es que va adquiriendo confianza a medida que se prolonga.
No tienen pudor, no tienen vergüenza, no tienen lo que hay que tener para pedir perdón e irse a su casita, que es donde tienen que estar. Uno que dice que es periodista, tendrá su título, y que dicen que es bético……el tal Florencio Ordóñez, que vaya papelón está haciendo. El otro individuo lo conozco desde pequeño, del barrio, alias Caracoles, éste ya sabemos que no es periodista, pero hace las veces de pitbull en las redes cumpliendo las órdenes que le dan sus jefes de la SER. Trabaja en un kiosko de cambios de divisa en el Cristina. Muy bético desde pequeño y antiloperista acérrimo. El lavado de cerebro que le han hecho a la criaturita, porque él sí que una CRIATURITA con mayúsculas, ha sido tremendo. Y todo por unos segundos de gloria en una emisora de radio.
Y no has reflejado como iba narrando la jugada. Mandiiiiiiiii, Durmisiiiiiiii……..con una falta de respeto y una mofa alucinante.
Se le han ido cayendo argumentos, tras argumentos…..bueno, lo que ellos quieran entender por argumentos. Desde esa defensa a ultranza al de Jabugo, pasando por ese ataque furibundo a Haro y Catalán, incluidos Setién y todo aquel que defendía el enésimo proyecto bético, que mira por donde ha dado sus frutos y eso es lo que no pueden soportar.
Sois gentuza.
El artículo Julio, felicidades, describe perfectamente el trabajo diario de acoso y derribo que llevan propiciando estos señores de Radio Sevilla desde hace mucho, mucho tiempo ante todo aquello que signifique las trece barras. Además, ahí están las hemerotecas para donde se muestran a diario, cuando uno guste oirlo, de su proceder lleno de mala praxis ( término que se utiliza para referirse a la responsabilidad profesional por los actos realizados con negligencia) e inquina (antipatía o aversión que se experimenta contra una persona o una cosa y que impulsa a tratarla de forma negativa o injusta)
Lo que no es nunca de recibo es que todavía existan algunos béticos que sigan las poclamas de estos señores, que a estas alturas les den un mínimo de credibilidad, que crean sus malintencionadas consignas a pies juntillas, que los escuchen a diario en su vomitar a través de las ondas, defendiendo sus argumentos siempre llenos de oscuros intereses, de odio exacerbado ante el proyecto bético actual. Es terrorrífico el trío que formado por Manolito Aguilar, Florencio Ordoñez y el “caracoles del tardón”, ese tal Javier León, un elefante éste en una cacharrería, muy irrespetuoso y analfabeto, jamás con argumentos técnicos y profesionales mínimos, tristemente sólo por una comida en la tertulia de los lunes y algún que otro bocadillo en el descanso de los partidos, “el caracoles del Tardón” hace el paria una y otra vez, teniéndolo inteligentemente de bufón chillón para que arremeta desde el micrófono sin ellos señalarse de más, aprovechando lo lenguaraz que es, su ignorancia y el odio visceral sin sentido que tiene ante la nueva situación de estabilidad y nuevos dirigentes en el club. Es terrible el nivel periodístico y profesional, que si me apuran, hasta personal del trío radiofónico de la Ser en Sevilla, dada su demostrada falta de honestidad con la verdad, cuando un día y otro también mienten y difaman a sabiendas, dejando el prestigio informativo de esa emisora que siempre tuvo por los suelos. Con estos oscuros personajes movidos por oscuros intereses en su quehacer diario, pasaron desgraciadamente los tiempos de pulcritud, veracidad y nobleza informativa deportiva en la radio de Gonzalez Abreu y sus dirigentes no hacen nada por remediarlo como por ejemplo, de entrada, largar al cambiador de divisas dado la mala imagen que proyecta a su medio.