JJ Barquín @barquin_julio Escribo desde la capital vizcaína este post. Por culpa del trabajo y gracias al buen amigo Eduardo Saiz Lekue, he podido disfrutar del partido de anoche en el Nuevo San Mamés. Gran estadio por fuera y por dentro. Moderno, funcional y coqueto, la capital vizcaína puede presumir de otra gran obra.

Viendo el encuentro contra el Málaga, uno piensa cómo una institución como el Athletic puede estar donde está con gente de la tierra, en un fútbol donde manda el poderoso caballero Don dinero. Y piensa uno que con la gran cantidad de buenos jugadores jóvenes que hay en Andalucía, cómo es posible que el Betis no trabaje la cantera como elemento principal de su proyecto. Año tras año se habla de eso, de proyecto, de futuro pero sigue pasando el tiempo y uno tiene la sensación de que el problema podría resolverse con potenciar y trabajar la cantera como Dios manda.

Y es que uno recuerda que los mejores éxitos, tanto en ganar las copas del Rey como los ascensos o la llegada a competiciones europeas, ha sido sustentada en equipos con gran cantidad de canteranos. El último ejemplo lo tenemos con ese equipo donde estaban Capi, Varela, Joaquín, Cañas, Dani, Juanito, Rivas, etc. Hace poco una persona que ha estado desempeñando funciones directivas en el club, me decía que el Betis debe construirse con jugadores cedidos y buenos fichajes. No estoy de acuerdo con ese modelo, con ese estilo de club.

Soy un apasionado del modelo del Athletic y su apoyo a la gente de la tierra. Y el Betis podría buscar un modelo similar donde la base de la primera plantilla sea la cantera, la gente que ha “mamado” desde chico el club, ha subido poco a poco y ha sentido la camiseta desde que le salieron los dientes. Claro está que para implantar ese modelo hay que trabajar muy bien, tener un equipo de profesionales excelentes, invertir mucho dinero, confiar plenamente en los técnicos del club y tener paciencia.

También una pieza fundamental de ese modelo es la afición, que en el caso de nuestro club es un punto muy negativo, pues estamos acostumbrados a ver cómo se le permite todo al extranjero y no se la pasa una al de casa. Podemos discutir la calidad de Dani pero fue el trianero el que metió el gol que le daba la segunda Copa del Rey a nuestra institución. Uno siente envidia sana de una institución que cuida y mima lo suyo, lo cercano, lo de la tierra, mientras que otros miramos demasiado hacia el exterior buscando algo que la mayoría de las veces no llega porque se falla o no se tiene el presupuesto para acertar.

No sé si alguna vez las que mandan tomarán la decisión de apostar por un modelo basado en la cantera, pero lo que sí puedo decir es que yo soy de los que prefiero vivir o morir con mi gente, que con los que vienen de otros sitios. Por decirlo de otra manera, prefiero ganar o perder con Danis, Capis o Ceballos que con Petros, Piccinis o Jonas. Seré un bicho raro pero no puedo cambiar ya y menos con las canas que asoman ya por algunas zonas de la cabellera.