Pablo Caballero Payán @pablocpayan

Real Betis Balompié 0 – Sporting de Gijón 0

Horrible partido el disputado esta tarde en Heliópolis. Ante el rival más flojo que ha pasado por el Villamarín en mucho tiempo, los de Víctor fueron incapaces de llevarse una victoria que le habría situado todavía más lejos del descenso y cerca del objetivo marcado por la entidad verdiblanca.

Sorprendió la entrada en el once inicial de Zozulya y Brasanac en lugar de Alegría y Petros. Lo del ucraniano es un caso perdido. Deambuló sin sentido por el césped, siempre en fuera de juego y sin aportar algo positivo al equipo. El partido fue controlado en su totalidad por el Betis, pero el dominio resultó estéril. Desaprovechó las pocas oportunidades de las que dispuso, casi siempre a balón parado. El juego que intentó crear fue siempre lento, previsible y carente de profundidad e intensidad.

El entrenador bético fue incapaz de revertir esta situación con los cambios y con el planteamiento del equipo. Dejar a tres centrales en la alineación con la nula capacidad ofensiva del Sporting fue un error. Debió ser más ofensivo y no tomar tantas precauciones. Pero claro, el problema es que la plantilla bética carece de jugadores que aporten velocidad en ataque y permitan otras opciones a la hora de atacar la defensa rival. Ese es un problema antiguo, pero estamos a 22 de enero y no se ha resuelto.

Con la mitad del campeonato disputado, pensar que el equipo logrará clasificarse entre los diez mejores de Primera División es una utopía. Más aun si nos ceñimos a la imagen que ha ofrecido el Betis esta tarde ante un rival muy limitado y pobre. Lamentablemente, no salen los verdiblancos de la mediocridad y la medianía.

LO MEJOR: nada de nada.

LO PEOR: el pobre juego ofrecido por el Betis.