Real Betis Balompié 1 (Joaquín) – Málaga C.F. 0

Primera victoria como local del Betis en la presente temporada gracias a un buen gol de cabeza de Joaquín. Los de Poyet, a falta de fútbol de toque y control, se trabajaron el partido con un buen derroche físico y solidaridad por parte de todos los jugadores.

Tras el derbi del pasado martes era importante sumar una victoria y los verdiblancos la lograron con mucho esfuerzo y trabajo. Además, el equipo bético supo sobreponerse a continuos contratiempos en forma de lesiones. Pezzella fue el primero en caer. Un golpe en la cabeza le provocó problemas de visión y tuvo que ser sustituido. Luego llegaron más complicaciones.

Pero antes ocurrió la jugada que decidió el encuentro. En una acción dudosa y complicada para el árbitro, Bruno derribó a Juanpi cuando éste se quedaba solo ante Adán. Álvarez Izquierdo se echó el silbato a la boca y todo hacía indicar que señalaría la falta del defensa canario. No lo hizo. Las imágenes de televisión parecen evidenciar que el defensor local tocó antes la pelota y después al jugador malaguista. El caso es que no se señaló y en la jugada posterior, Musonda le puso un balón de oro a Joquín para que, con un perfecto cabezazo, batiera a Kameni.

El jugador portuense cuajó un gran partido. Al poco del gol, se abrió la cabeza tras un choque con Camacho. Le pusieron grapas y lució un aparatoso vendaje que no impidió que luchara cada balón a muerte. Hasta la última jugada del envite se mantuvo firme y trabajador. El otro protagonista individual del derbi andaluz fue Alex Alegría. El cacereño se ha ganado a pulso su titularidad con una entrega encomiable. A esto se le une la facilidad con la que gana los balones aéreos, como baja la pelota y como se la da al compañero en ventaja. La afición le reconoció su partidazo con una ovación espectacular tras una acción de garra y coraje del delantero bético.

No fue fácil la victoria de los de Heliópolis. Tras ponerse arriba en el marcador, el Málaga dispuso de tres claras ocasiones para empatar antes del descanso. Sin embargo, en la segunda mitad, no apretó con demasiado peligro, salvo un disparo escorado de Juanpi que despejó Adán. Los ataques de los malaguistas fueron muy bien solventados por los béticos, que realizaron un segundo tiempo muy serio en el apartado físico y defensivo. El último de los contratiempos para el Real Betis lo protagonizó Brasanac. El serbio salió por un desdibujado Rubén Castro (fue duda hasta última hora y no estaba en óptimas condiciones) y solo duró dos minutos sobre el césped. Un aparatoso corte en el parpado le hizo abandonar el partido.

Es evidente que el equipo de Poyet tiene carencias a la hora de elaborar un juego de toque, combinativo y rápido, pero es palpable que físicamente, el Betis está a tono y solventa sus déficits con lucha, entrega y trabajo. Y lo verdaderamente importante es que se ganó y así es más sencillo mejorar.

LO MEJOR: el derroche físico del Betis y la victoria tras el derbi.

LO PEOR: las lesiones de Pezzella y Brasanac.

EL DETALLE: la tremenda ovación a Alex Alegría.

Pablo Caballero Payán @pablocpayan