Rayo Vallecano 2 (Catena y Andrés Martín) – Real Betis Balompié 2 (Joaquín y Loren) (4-2 en los penaltis)

Pablo Caballero Payan @pablocpayan El Betis ha caído eliminado de la Copa del Rey ante el Rayo Vallecano por deméritos propios. No vale excusa alguna que justifique este sonado fracaso, este ridículo mayúsculo de un equipo que en Vallecas ha dado una imagen patética, por mucho que se haya quedado a un paso de la clasificación. A riesgo de ser injusto y que resulte inapropiado la siguiente afirmación, no me queda otra que hacerla: Tello no debe volver a ponerse la camiseta del Real Betis Balompié.

Desde el pitido inicial se comprobó que no iba a ser un partido fácil. El Rayo fue más intenso y los de Rubi jamás supieron contrarrestar la presión rival para darle pausa, serenidad y sentido al juego. No hubo oportunidades a destacar por parte de ambos conjuntos, pero el encuentro iba por los derroteros que querían los locales que, prácticamente en la primera jugada de la segunda mitad, se adelantaron al cabecear Catena un saque de esquina en el que el portero bético estuvo dubitativo y dando muestras de una inseguridad alarmante. Reaccionó el Betis, que pudo empatar por medio de Fekir y de Bartra cinco minutos después del gol rayista. Pasaba el tiempo y los verdiblancos eran incapaces de mostrarse contundentes y peligrosos en ataque. No fue hasta el minuto ochenta y tres cuando llegó el ansiado empate, obra de Joaquín.

El partido se iba a la prórroga, un mal menor que alimentaba las esperanzas béticas, reforzadas cuando Loren consiguió poner el 1-2. Con el Rayo volcado en ataque, Tello y Aleñá tuvieron dos claras oportunidades para lograr el gol de la sentencia. Especialmente incomprensible fue el fallo del extremo de Sabadell, que erró en un clarísimo mano a mano. Más allá de este error y del posterior patético lanzamiento de penalti (como Joaquín), la actitud de Tello es impropia de un futbolista profesional. A dos minutos del final de la prórroga llegó el empate local. Advíncula sacó un saque de bande de manera rápida, sorprendiendo a una descolocada zaga bética. La eliminatoria se resolvió desde el punto de penalti y Joaquín en el primer chut y Tello en el cuarto fallaron, clasificándose el Rayo, que no falló ni un solo disparo.

A ver como se recupera anímicamente el equipo de este inesperado varapalo. Cuando todo pintaba de maravilla tras el partidazo del domingo pasado, cuando todo se ponía de cara para avanzar en la competición copera y cuando más ilusionado estaba el bético, llega este ridículo sonoro, este fracaso sin paliativos, esta extraordinaria decepción que debe servir para tomar algunas decisiones con ciertos jugadores cuyo rendimiento, profesionalidad y actitud han quedado en entredicho.

Lo mejor: es imposible sacar alguna conclusión positiva.

Lo peor: la imagen, la actitud, la eliminación…

Así jugaron: mal todos, me evitó poner todos los nombres.