JJ Barquín @barquin_julio Hasta hace poco, muchos rufianes han estado comparando a Setién con Poyet. Supongo que pensaban que era la mejor manera de hacer daño al míster bético. Pero era cuestión de tiempo saber que un mundo separa a los dos. Las diferencias son abismales, pero para quien les escribe, la apuesta por la cantera es una de las fundamentales. Setién ha demostrado que su discurso es sincero. Dice y hace. No como otros, que se jactaban de apoyar la cantera y no miraban para la ciudad deportiva.

El cántabro ha demostrado que le importa un comino el nombre o el currículum de un jugador y que lo que cuenta es lo que se demuestra día a día. Francis, Redru, Júnior, Narváez, Julio Gracia, Ruibal y Loren son sus argumentos. Tres de ellos, han demostrado que tienen condiciones para ser futbolistas de primera división. Al resto habrá que darles su tiempo para que puedan demostrar lo que llevan dentro. El caso de Loren es el más sorprendente y mediático. Su historia y sus registros son de vértigo.

Hace un año estaba en tercera y en el mercado de invierno Lorenzo Serra Ferrer anunció que tendría ficha en el primer equipo. Y tras esa apuesta, han llegado los resultados. Cinco goles en seis partidos. Cinco goles que han supuesto ocho puntos para el equipo. Parece difícil encontrar en el fútbol nacional una aparición tan estelar como la del joven canterano. Por poner un ejemplo, Emilio Butragueño hizo cuatro goles en diez partidos en su debut en la casa blanca.

Muchos pusieron el grito en el cielo por no salir a buscar fuera lo que se tenía en casa. Ahora, esos mismos, dirán que el chaval es un super serie, un “monstruo”. Ni una cosa, ni la otra. Debemos confiar que el marbellí siga creciendo y sepa digerir lo que le está pasando. Es fundamental que los aplausos y halagos los asimile debidamente para que no tenga que pasar por donde han pasado muchos. El éxito de sopetón no es un buen aliado y demasiados se confunden por el camino. Setién y su padre, que también sabe de qué va el fútbol profesional, le ayudarán a mantener los pies en el suelo.

Aun así, y llegados a este punto, no se entiende que el Betis no tengan en su staff técnico la figura de un psicólogo. La familia, Setién y el grupo pueden ayudar, pero no son expertos para asistir en un campo tan necesario para profesionales de élite como los jugadores. Una carencia que debería arreglarse para seguir creciendo como club. Es la apuesta que prometieron y que están cumpliendo Haro y Catalán en ese intento de reformar y actualizar las estructuras del club. Pues eso, sigamos creciendo.

Foto: AS