JJBarquín @barquin_julio Me gusta el estilo de mi club. Lo digo bien claro y alto. Con orgullo y satisfacción. Otra cosa son los radicales que, con su comportamiento, son el cáncer de cualquier equipo del mundo. Pero el Betis está muy por encima de ellos.
Insisto. Me gusta el talante, la personalidad del Betis. Por favor, no cambiemos. Aquí nos equivocamos, lo reconocemos e, inmediatamente, pedimos perdón. No se nos caen los anillos al confesar nuestras faltas. Y esa acción de examinar nuestros errores, conlleva una actitud de humildad, decencia y sencillez que siempre nos distinguió de otros rivales cercanos. Son características que no debemos perder pues son un plus dentro de la marca Betis.
Lo digo por el caso Adán. No me andaré con paños calientes. Adán cometió un gravísimo error al entonar un cántico que además de ofender al eterno rival, busca degradar a la mujer. Es un lema deleznable que utilizan y cantan los energúmenos de siempre. Esos a los que los jugadores les rindieron pleitesía cuando termino el encuentro del Athletic. No son un buen espejo en el que mirarse los ultras del Gol Sur. Deberían de actuar de manera más inteligente los jugadores, sabedores que merodear por ese rincón del Villamarín no trae nada bueno.
El de Mejorada del Campo, que además de jugador es uno de los capitanes del Real Betis, ha cometido un error mayúsculo, impropio de un futbolista de su experiencia. Pero ha reconocido el error y ha pedido disculpas por Twitter y en rueda de prensa. Ahora debe reflexionar para no volver a dejarse llevar por la euforia del momento y seguir trabajando para no cometer más errores como en el segundo gol de Nervión.
Decía que el Betis tiene un estilo y una forma de ser y expresarse que no debemos quebrantar. Nos diferencia del resto. Como el manquepierda, que ahora algunos quieren defenestrar, sin saber que ese lema es una escuela de vida, la mejor universidad. El bético es noble, humilde, alegre y a la vez un sufridor que no conoce el desaliento. Incluso, hay béticos a los que no les gusta el fútbol.
Últimamente, hemos mirado demasiado al vecino, intentando compararlo todo y es un grave error. Cada uno tiene su identidad, su forma de proceder y de pensar. Por allí, he visto siempre mucha soberbia, orgullo, insolencia, arrogancia, intoleracia. Por allí, he visto a jugadores decir barbaridades como “esta noche se muere Don Manue” y nadie ha pedido perdón. Es su ADN. El nuestro, es otro. No cambiemos.
Foto: AS
Esto va cambiando, y menos mal que la prensa internacional se esta haciendo eco de las últimas acciones del “señorío” nervionense, porque si esperamos que la prensa “deportiva” local diga algo, todavía podemos estar esperando delante del monitor.
La primera, el cese de Berizzo. Solo hay que echar un vistazo por dichos medios y le dan fuerte y flojo al club del Centro Comercial. Mientras que los de aquí se llevaban las manos a la cabeza y hablan de demagogia, ellos, que son grandes maestros demagogos. No me quiero imaginar que el Betis se le ocurra cesar a un entrenador enfermo de cáncer. Hay que irse fuera del país.
La última, las triquiñuelas que han perpetrado con el tema de las entradas de champions. Aquí se han retratado de lo lindo. Solo hay que leer la noticia como la dan aquí, y cual ha sido la historia. Es tremendo.
Pero claro, ellos son “señores”, y el resto parias.
Creo que el viento está cambiando, poco a poco, pero se va notando que la brisa está corriendo fresca y en otra dirección.
Que daño ha hecho la canción de Raffaella Carrá.