Pablo Caballero Payán @pablocpayan Hoy comienza el juicio a Rubén Castro. Cuatro años después de su detención por la supuesta agresión a su ex novia, el delantero canario se sentará ante el juez. El delicado tema judicial se une a los rumores de un posible traspaso de Rubén. Se avecinan días convulsos para el 24 verdiblanco.

Cuando saltó la noticia en mayo de 2013, escribí en mi antiguo blog un artículo titulado “Prudencia y respeto”. Hoy volveré a pedir lo mismo pero para la Justicia. Ha llegado el momento de que se esclarezcan todos los hechos denunciados y que cada parte argumente sus motivos y dé sus versiones. Después llegará el veredicto del juicio que, por lo menos yo lo haré, deberemos acatar sea cual sea su sentencia.

Por otro lado, ayer se empezó a rumorear con la posible marcha del delantero canario al fútbol extranjero. Se habla de China, Catar y Turquía. Pese a que Rubén cumplirá 36 años en poco más de un mes, ha vuelto a ser fundamental para el equipo durante esta temporada. Cierto es que su rendimiento ha ido decreciendo. Lógico y normal. Aun así, ha sido el máximo goleador del Real Betis y creo que debe terminar su carrera en el club verdiblanco. Ya tiene el récord de goles en la historia de la entidad de Heliópolis, pero le falta superar a Poli Rincón como máximo goleador en Primera División.

Volviendo al farragoso tema judicial, no voy a ser hipócrita y tibio. Yo quiero que quede demostrada con claridad y rotundidad la inocencia de Rubén Castro. Ojalá sea así. Pero con la misma contundencia digo que si el delantero canario es declarado culpable de los delitos que la Fiscalía le imputa, debe ser inmediatamente despedido del Real Betis Balompié. La gravedad de estos delitos y la dignidad como institución deben prevalecer sobre el rendimiento deportivo y los registros goleadores de Rubén. No obstante, vuelvo a repetirlo: ojalá que quede demostrada, de manera cristalina, la inocencia del canario.

FOTO: El País