Real Betis 1 (Durmisi) – Sevilla FC 2 (Mercado e Iborra)

JJ Barquín @barquin_julio Nueva derrota frente al eterno rival en un partido que tuvo dos partes claramente diferenciadas. En la primera, el único equipo que quiso la pelota, puso la intensidad y las ocasiones de gol fue el Betis. En esos 45 minutos, los hombres de Víctor Sánchez del Amo dominaron y tuvieron varias llegadas de mucho peligro por la banda de Durmisi que era un puñal frente a Sarabia y Mercado. Aunque Rubén Castro y Sanabria no estaban acertados, el empuje del equipo hizo que Petros, en un rebote con la defensa roja y Mandi con un remate al larguero, estuvieran a punto de adelantar al equipo verdiblanco.

Ceballos y Pardo le ganaban la partida a N’Zonzi y Nasri y el Sevilla era un equipo ramplón y sin ideas, superado por un Betis intenso y animoso. El gol rondaba la portería sevillista y cuando faltaban diez minutos para finalizar la primera parte, una falta de N’Zonzi a Petros, fue lanzada magistralmente por Durmisi para convertirse en el primer gol del encuentro. Aceptable primera parte de los hombres de Víctor que llevados en volandas por la afición descubrieron algunas debilidades en el equipo de Nervión.

Pero este Betis es tan débil fisica y psicológicamente, que bastó el cambio de Iborra por Vazquez y Sarabia por Ben Yedder para sacar todas las carencias de un equipo que se desmorona a la más mínima. El Sevilla tomó el mando, Iborra y Nasri se convirtieron en gigantes y el Betis dio varios pasos atrás, incapaz de contener el aluvión que se le venía encima. La segunda parte fue un auténtico calvario para un Betis que además jugó con tres efectivos menos. Rubén Castro, Sarabia y Piccini fueron un insulto al fútbol y facilitaron aún más las llegadas de los jugadores sevillistas.

En veinte minutos se resolvió el encuentro con dos zarpazos y, lo peor de todo, es que se veía venir desde que el árbitro pitó el inicio de la segunda parte. Aunque hay un claro error arbitral en el gol de Iborra, mal haría el club en escudarse en esa acción pues la segunda parte fue indignante e inadmisible. Asimismo, el partido sirvió para demostrar el nivel físico de un equipo que no podía con las calzonas en la segunda parte, frente a otro que venía de jugar el miércoles y que evidenció ser muy superior en ese apartado. A esto hay que sumar que Víctor volvió a demostrar que lo suyo no son los cambios, pues los hizo tarde y mal.

Aunque hay varios equipos más infumables que el Betis, la nueva dinámica en la que se ha metido el equipo verdiblanco ha encendido nuevamente las alarmas pues en las próximas semanas tiene cuatro partidos decisivos y los rivales no ayudan a ser optimistas. Málaga, Real Sociedad, Deportivo y Real Madrid. Además, después de lo visto en las últimas semanas, el Betis es, en sí mismo, su peor enemigo por incapacidad física, técnica y táctica.

Lo mejor: La entrega de Petros y la calidad de Ceballos y Durmisi.

Lo peor: El partido de Rubén Castro, Sarabia y Piccini. Lo de Jonas es incalificable. Los cambios de Víctor Sánchez del Amo