JJ Barquín @barquin_julio

Animado por el comentario de “Ferenc Susza”, fiel seguidor de esta página, me pongo manos a la obra. El pasado miércoles 26 de octubre, el Diario de Sevilla publica una noticia donde se informa que un juez ha procesado al ex futbolista del Sevilla FC, Juan Martagón por una presunta estafa. Durante dos días, hago un pormenorizado repaso de la prensa deportiva sevillana (ABC, Orgullo de Nervión, MuchoDeporte, El Desmarque, Estadio Deportivo, El Correo de Andalucía) para ver cómo se recoge dicha información.

Nada de nada. No hay rastro alguno. La noticia ha pasado desapercibida para el cuarto poder hispalense. Se podría aducir que es un tema personal de un ex futbolista pero Martagón es el actual delegado y tiene un cargo de responsabilidad en el club de Nervión por lo que sí es noticia su procesamiento. Para más escarnio, Estadio Deportivo recoge ese mismo día los problemas del ex madridista Raúl González y su embargo de 9,3 millones de euros.

Pero es que como diría Julio Iglesias, la vida sigue igual. Antena 3 manipuló unas imágenes para hacer creer al país que todo el Villamarín insultaba a la ex novia de Rubén Castro, cuando en el marcador se veía claramente que se estaba reproduciendo el himno del club. En los últimos días, los béticos hemos podido “disfrutar” de más ejemplos escandalosos de bajeza y basura informativa fabricada por algunas repugnantes plumas de esta ciudad.

Mi compañero Pablo Caballero publicaba un tweet donde ofrecía visualmente el tratamiento dado por el Diario de Sevilla sobre dos hechos informativos. Por un lado, un miembro de los “Supporters había sido detenido por realizar un acto homófono, mientras que “cinco jóvenes sevillanos” eran los responsables de una violación en las fiestas de San Fermín en Pamplona. En una noticia se señala claramente la vinculación de detenido con el Real Betis, mientras que en la otra información no se indica nada sobre la pertenencia de todos ellos al grupo radical del Sevilla F.C. El objetivo está claro y se consigue día tras día: hacer daño a un club, mientras que al otro se le protege reiteradamente.

Estos son algunos ejemplos de la bajeza que ha alcanzado el periodismo deportivo de esta noble y mariana ciudad. Una bajeza que es directamente proporcional a la calidad de ciertos personajes que la ejercen. Decía el ganador de un Pulitzer, editor y columnista del New York Times, A.M. Rosenthal que “el deber de todo reportero y editor es luchar por conseguir tanta objetividad como sea humanamente posible”. Desgraciadamente, Rosenthal murió hace diez años, porque de lo contrario debería haber impartido algunas clases de Ética Periodística en esta ciudad.