Real Betis Balompié 0 – R.C.D. Espanyol 1 (Diego Reyes)

Segunda derrota consecutiva como local del Betis de Poyet, quinta de la temporada en diez jornadas. Partido lamentable, nulo e infame de un equipo que no sabe a lo que juega. El entrenador uruguayo no da más de si y debería ser cesado de inmediato.

Se presentó el conjunto verdiblanco con dos novedades en la alineación con respecto al
partido de Pamplona: volvió Rubén Castro (no aportó nada) al once inicial y Rafa Navarro le quitó el puesto a Piccini en el lateral diestro. Los dos delanteros en liza hacían presagiar que los verdiblancos tendrían más presencia en ataque. Nada más lejos de la realidad. Durante la primera mitad, solo dos llegadas con cierto peligro realizó el Real Betis. Mientras, los de Quique Sánchez Flores esperaban bien posicionados y sin alardes ofensivos.

El comienzo de la segunda mitad fue alentador. El Betis volvió del descanso enchufado, con más intensidad y dispuesto a lanzarse al ataque en busca de la victoria. Cinco minutos duró ese ímpetu. A partir de ahí, vuelta a lo de la primera mitad, con un juego lento, previsible y nada profundo. Y pasó entonces que, una nefasta defensa en un saque de esquina visitante, dio lugar al gol de la victoria del Espanyol.

Los de Poyet fueron incapaces de sobreponerse al tanto del rival y, en los más de veinte minutos que quedaban para el final del partido, solo dispusieron de una oportunidad para empatar, tras un cabezazo de Pezzella respondido de manera espectacular por Diego López y la ayuda del larguero. La grada volvió a pedir la marcha del entrenador verdiblanco, harta de ver el pobre rendimiento de unos jugadores a los que Poyet no les saca jugo alguno.

LO MEJOR: difícil sacar algo positivo del partido, pero me quedo con la actuación de Rafa Navarro, que mejora las prestaciones de Piccini.

LO PEOR: el insufrible juego del equipo y la sensación de no haber más cera que la que arde.

Pablo Caballero Payán @pablocpayan