Sergio León Limones. Palma Del Río. 6 de enero de 1989. 27 años y 1,78 cm de altura. Betis C, Betis B, Reus, Real Murcia, Elche Ilicitano, Llagostera, Elche y Osasuna. En total, tras su paso por todos estos equipos Sergio ha conseguido 70 goles, siendo su mejor temporada goleadora la realizada en el Reus (24 goles) y en Elche (20 goles). Tras su fichaje este año por el C.A. Osasuna, el cordobés ha marcado 4 goles en los 6 partidos jugados y, aunque no quiero ser ventajista sobre los buenos resultados que está cosechando por tierras navarras el bueno de Sergio, creo que es necesario detenerse un instante y reflexionar sobre por qué pasan tan habitualmente situaciones como las vividas con muchos futbolistas en nuestro club en los últimos años.

Además se dan las dos situaciones posibles: jugadores que no cuajan y sí lo hacen fuera y futbolistas que vienen precedidos de un gran currículum y fracasan o pasar con más pena que gloria por el Villamarín. De la primera parte podemos destacar nombres como el mismo Sergio León, Diego Tristán, Conté, Pinto, Adrián o Javi López. En las decepciones encontramos a Sobis, Digard, Verdú, Nelson, Odonkor, Sergio García, Renella, Matilla, etc, etc, etc, etc. De hecho, los vecinos de mi localidad comentan algunas veces que si viniera Messi se convertiría en un jugador del montón.

¿Qué nos pasa? ¿Porqué tantas decepciones? ¿Es cuestión de confianza? ¿No hay presión por parte de la institución? ¿Los jugadores no sienten exigencia por parte de la afición? ¿Es el Betis un club cómodo, sin objetivos y donde nunca pasa nada? Muchas preguntas que constantemente nos hacemos los béticos y que siguen sin respuesta y repitiéndose año tras año. Decía don Manué que él no criaba pollitos para que después se fueran a otro lado a triunfar. Siempre hemos tenido una gran cantera y las diversas políticas del club han ido debilitándola hasta tener un equipo en tercera y con un futuro muy cuestionado.

Aunque no toda la culpa es del club. Las criaturitas, como decía el “Acciones Jabugo Man”, también tienen gran parte de culpa en ese proceso de ascenso y adaptación al primer equipo. No se les pasa ni una mientras que al extranjero se le sigue esperando hasta que se va sin demostrar nada. Deberíamos aprender mucho de algunas aficiones, ya que creerse los mejores nos hunde en la mediocridad en la que estamos instalados.

JJ Barquín