Los bordes del VAR

JJ Barquín @barquin_julio Confieso que escribo este post, escuchando al Yuyu, mi chirigotero preferido desde que el carnaval entró en mis venas hace muchos años. También hace ya muchos años que puso sobre las tablas del Falla ese bastinazo llamado Los bordes del área, donde daba rienda suelta a sus pamplinas carnavalescas. Ocurrencias como esa que decía que él no le echaba cuenta a la FIFA, que le recomendaba no pitar en el Carranza, pues allí las Brigadas fumaban mucha grifa y se cogían grandes “morazos”, que le hacían entrar a rematar un córner. Genio y figura.

Bromas aparte, no soy muy dado a hablar de árbitros. Siempre he creído que las temporadas son muy largas para responsabilizar de los resultados a los de negro. Además, todos los aficionados somos conscientes de lo difícil que es arbitrar y decidir en una milésima de segundo sobre lo que ha pasado sobre el césped. Pero, muchos, entre los que me encuentro, pensábamos que con la llegada del VAR el arbitraje iba a ser más justo y equilibrado. Por el momento, deja demasiadas dudas el funcionamiento de una herramienta que debería hacer más justo el fútbol español.

Lo que no es de recibo es que, desde mitad de 2018, Medina Cantalejo (sevillista confeso y declarado) sea Director de la Comisión Técnica. Su función primordial es hacer un seguimiento de todas y cada una de las actuaciones arbitrales y por lo que parece no le chirrían, por ejemplo, las actuaciones del colegiado Hernández Hernández. Un colegiado que vio penalti en un manotazo de Canales a Orellana este año y que ni revisó el manifiesto codazo de Diego Carlos a Joaquín. Además de penosos y chulescos arbitrajes como el protagonizado por Gil Manzano este año en el encuentro contra el Celta.

Viendo estas situaciones, uno tiene la sensación de que el VAR puede ayudar pero que, con la gestión humana, se pueden seguir haciendo barbaridades como antaño. De esa manera, Los bordes del área pasaran a ser Los Bordes del VAR pues no es que sigan cometiendo errores, sino que ahora sus deslices son mayores al tener una herramienta tecnológica a su entera disposición y distorsionarla de manera sesgada e injusta. Así que parece que seguiremos diciendo aquello que el Falla le cantaba a la chirigota del Yuyu cuando hacía tipo en sus actuaciones: “árbitroooooooo cabr………..”