JJ Barquín @barquin_julio Rubi me parece el hombre de las tres S: sereno, solícito y sensato. Además, tiene pinta de ser inteligente. Desde el club deben de haberle contando lo que pasó con Setién y su carácter y el catalán ha debido pensar que teniendo a la afición contenta todo será más fácil. Sus declaraciones así lo confirman. Dice que lo que todos quieren escuchar. Después será el césped, el juego y los resultados los que dictarán sentencia. Pero para eso todavía queda tiempo.

Pero ha escogido buen camino el de Vilasar de Mar. Durante el último año hemos vivido un entorno convulso y un ambiente muy enrarecido. Y eso no le aporta nada a un club de fútbol. Y más en el Betis, donde su masa social es muy amplia para lo poco que conquista año tras año. La unión entre equipo y grada es uno de los factores para alcanzar altas cotas, pero en nuestro caso es además una necesidad imperiosa e ineludible. Las balas de cañón no sirven de nada si cada una se dispara en una trayectoria distinta.

Pero últimamente esa unión se resquebraja ante el más mínimo resbalón. Basta con dos o tres resultados malos para que todo salte por los aires. El grupo de exigentes de nueva generación sumado a los serviles aduladores de Castaño and company han hecho saltar por los aires el consenso verdiblanco en torno al slogan más brutal del universo. Ya sabemos que el fútbol consiste en victorias y en que la pelotita traspase la línea del arco. Pero si en algo se diferenciaba este club del resto de los mortales era en saber encarar las derrotas, en saber digerir la pérdida. En definitiva, en disponer de un slogan que es una filosofía de vida insuperable.

Por eso, me da rabia que alguien externo tenga que venir a recordarnos que tenemos oro puro en nuestra historia. Me duele, pero a la vez me reconforta, que sea una eminencia como Antonio Garrigues Walker quien sentencie de manera sublime. Sus palabras deberían ser grabadas a fuego en los corazones de aquellos que vienen criticando el “Manquepierda”.

Decía Garrigues Walker en una entrevista: “Siempre nos olvidamos de nuestra historia. La resiliencia del ser humano a mantener su humanidad no hay quien la quite. La gente se seguirá enamorando, se seguirá odiando, seguirá teniendo sueños y esperanzas. Seguiremos otra vez diciendo Viva el Betis Manquepierda, que es la expresión más humana, más enternecedora y más amorosa que se puede decir. Amar a alguien incluso cuando pierde”.

Nada más que añadir.