JJ Barquín @barquin_julio Desde hace unas semanas, los béticos no paramos de repetir una frase: “si tuviéramos un delantero de verdad, otro gallo nos cantaría”. Y es la pura verdad. Algún pérfido dirá que son sensaciones. Si lo prefieren, pasemos a los datos. El Betis es el 6º equipo de toda la liga que más remata. El Betis es el 2º equipo de la liga con menos goles. Sensaciones y datos confluyen, convergen. Llegamos, rematamos, pero no vemos puerta. Ese es el resumen del último tramo y, yo diría, de toda la liga que estamos viviendo los béticos. Es el resumen del resumen. El santo grial del Betis 2018-2019.

Si pensamos en la presente campaña y la comparamos con la pasada, la diferencia se encuentra en la delantera. Puede que el equipo de Setién esté algo más espeso en la creación y tenga menos chispa en el movimiento de balón, pero la gran diferencia es la participación de los delanteros. Por poner un sencillo ejemplo, el año pasado los tres delanteros aportaron cinco goles de la jornada 28 a la 33, mientras que este año -en ese mismo periodo- han aportado un solo gol. Realidad pura y dura.

Igualmente, el año pasado en ese mismo periodo, Junior se destapó como goleador y aportó puntos con sus dos goles. Este año ese testigo lo ha recogido Lo Celso que en ese periodo han mantenido vivo al equipo con sus 4 goles. De hecho, el argentino lleva entre Liga, Copa y Europa los mismos goles (16), que los que suman los cuatro delanteros (Loren, León, Jesé y Tello). Caso aparte sería Sanabria que en 23 partidos en las tres competiciones hizo 6 goles y que salió en el mercado invernal hacia Italia. Alguien tendría que explicar su salida para traer a Jesé.

Otro aspecto para analizar lo que está sucediendo en este tramo de liga, lo debemos buscar a finales de febrero. La eliminación de la competición europea y copera en menos de siete días ha hecho mucho daño moral y anímico en la plantilla. De hecho, desde el día de Andalucía, se han jugado ocho partidos de los que solamente se han ganado dos, empatado uno y perdido cinco. No es que el equipo se haya caído, como muchos piensan, pero conviene recordar aquella frase de Valdano que decía que el fútbol es un estado de ánimo y el del Betis desde ese día no es el más recomendable.

Sigo pensando que los profesionales del club deberán valorar a Setién y su cuerpo técnico cuando finalice la liga. Será el momento de analizar, comparar, reflexionar y tomar decisiones. Ahora no es momento de cambiar nada, sino de seguir apoyando al club, al Betis. Ese es el que importa, el que nos debe preocupar, por el que todos debemos mirar. Tarde o temprano, Setién, Serra, Haro como tantos otros pasarán, y quedaremos los béticos para seguir manteniendo las trece barras, para seguir arrimando el hombro y para seguir escribiendo la historia de un club que tiene como premio más grande llevarlo en el corazón.