JJ Barquín @barquin_julio Anda la parroquia social de las redes verdiblancas algo revuelta. Tampoco nos sorprende, ¿verdad? Es el pan de cada día. El tema que ahora ha incendiado al universo verdiblanco es la idoneidad de incluir a un futbolista entre los elegidos para ser una de las trece barras del escudo. Un consejo les voy a dar. Conviene alejarse de estas discusiones que normalmente son aburridas e insustanciales. Vamos, que no llevan a nada. Y está el mundo como para perder el tiempo. Son simplezas sin ningún fundamento, achacables al aburrimiento o la necesidad de crear polémica para generar Likes.

El reciente juego eruditísimo de algunos de ir entregando barras del escudo del Real Betis como si fueran estatuillas doradas del Dolby Theatre o la cabeza despeinada de un genio aragonés. Un ejercicio absurdo, nocivo. Como algunos sigan con este campeonato, veo a Haro y Catalán negociando con una empresa de diseño para hacer un restyling del escudo y dotarlo de 675 barras. Si hace falta ayudar Josemi, conozco a varios diseñadores de categoría. Total confianza. Te lo juro por Palmerín.

Pero pongámonos serios. El escudo del Real Betis tiene trece barras y ninguna corresponde a ningún futbolista, entrenador o presidente. Esas barras son de todos y no son propiedad de nadie. Sencillamente porque todos pasamos y únicamente la institución sigue presente en el tiempo. El escudo representa a una entidad con ciento trece años de historia y nadie puede adueñarse de él, ni de sus barras. Nadie es dueño de un símbolo universal que nos representa más allá de las fronteras. Además, como dice mi querida Reyes Aguilar, el Betis son sus béticos y ahí radica su grandeza y su fuerza. Esa grandeza que le hizo vivir en la miseria y desventura de los campos de tierra y fango. Y esa fuerza para seguir creyendo, aunque la travesía fuera tediosa y cruel por momentos.

A lo largo de la historia han pasado por el club infinidad de jugadores y todos merecen nuestra admiración como béticos. He visto muchos jugadores que despertaron mi admiración como Mühren, Anzarda, Morán, Benítez, Vidakovic, Cardeñosa, Esnaola, Diarte, Calderón, Gordillo, etc. Un etcétera que podría durar años. Pero también he admirado a Cobo, Alabanda, Ortega, Cañas, Perurena, Biosca, Merino, etc. Y por supuesto, a muchos que no fueron conocidos en el primer equipo porque se quedaron por el camino de los escalafones inferiores. Todos nos defendieron y dieron lo mejor de sí para hacer un mejor Betis. Por eso, para quien les escribe, todo aquel que se ha puesto la camiseta del Real Betis tiene mi absoluto respeto. Lo de las barras lo dejo para los bares y algunos bailes sensuales.