JJ Barquín @barquin_julio Hace ya tiempo, vino a esta Sevilla futbolera un señor del norte y les dijo a ciertos periodistas que sabían de fútbol lo mismo que las vacas de Lezama. Ahora ha venido otro señor del norte, gallego para más señas, a demostrarnos que las vacas siguen pastando en los verdes prados de las emisoras sevillanas. Nada nuevo bajo el sol. El día de la marmota periodística se repite en un universo repleto de micrófonos y juntaletras de tres al cuarto.
Las palabras del delantero respondiendo al ajuste de cuentas que se marcaron en la emisora de los seminaristas son música celestial para los oídos de los béticos. Almansa, Ocaña y demás hermanos copetianos ya saben que muchos, incluidos los profesionales, no comulgan con sus ideas y su forma partidaria de hacer periodismo. Su máxima de “enreda que algo queda” se desmontó hace mucho y muy pocos les compran su mensaje y su malmeter diario.
Desde hace tiempo se viene vendiendo que el periodismo es información y opinión, cuando realmente la labor esencial de los medios de comunicación es informar de la actualidad. Asimismo, una de las condiciones que con mayor rigor debe seguir cualquier medio profesional es la separación clara y definida entre información y opinión para que el ciudadano sepa en qué terreno anda en cada momento. Con cierto pesar vemos que en la ciudad del Guadalquivir los medios mezclan y utilizan opinión, información, deseos y anhelos con fines de convertir un juego simple en un espectáculo quijotesco.
Otro del norte se lo dijo a los medios en sala de prensa sin preámbulos y filtros. Mendilibar es así: Normalmente sabéis poco de fútbol, habéis estudiado otra cosa. Pero os dan mucha libertad para hablar, no os cortan la lengua. Entonces podéis decir lo que queráis. A veces metéis la pata y a veces acertáis también. Como dijo Aristóteles, no se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho.
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