JJ Barquín @barquin_julio Tras reflexionar varios días, entono el mea culpa. La semana pasada me equivoqué con un tweet desafortunado sobre las declaraciones de Alexis. Sigo pensando que se equivocó en su valoración de la temporada pero no como para pedir su despido del club. No se debe escribir en redes con el corazón en el teclado. El mío es un error más grave pues me dedico a la comunicación y debería dar ejemplo. Pero también es verdad que somos humanos y, a veces, caemos en la misma piedra.

Y tras la equivocación, he estado reflexionando sobre el Betis y su futuro próximo. Vivimos en una permanente división, en una guerra civil por distintos pareceres y opiniones de los aficionados. Una división que muchas veces se genera gracias al mal rollo que infunden determinados medios y periodistas que siguen con la bufanda roja al cuello. Por todo ello, he llegado a una conclusión o casi a un deseo. Para la próxima temporada podríamos todos hacer una promesa: deberíamos apoyar al entrenador y al equipo sin fisuras, sin divisiones, sin gresca, sin personalismos. Creo que podríamos hacer un experimento social para saber qué pasa si optamos por esa vía de ayuda, amparo, protección y absoluto apoyo.

Todos somos conscientes que las cosas se han torcido en lo deportivo. He sido el primero en exponer la delicada situación deportiva de Haro y Catalán. Pero ya es hora de que los béticos vayamos de la mano todos juntos, apoyando a muerte a este entrenador, al director deportivo y a los jugadores. No hablo de gestores, de algo institucional sino de sostén en lo deportivo. De sumar, de desear lo mejor para nuestro equipo, de empujar, de ofrecer aliento para que todos sientan que estamos a su lado. Tenemos un entrenador de peso; parece que va a venir un contrastado director deportivo y, por último, disponemos de una buena plantilla que habrá que ir modelando para mejorarla más.

Puede que Pellegrini sea la última bala que tengan Haro y Catalán, como decía mi compañero Pablo hace unos días. Pero, también podemos todos los béticos hacer algo para que esa bala sea la bala del éxito, del triunfo, de Europa. En un discurso, John F. Kennedy dijo “no preguntes lo que tu país puede hacer por ti, pregúntate lo que tú puedes hacer por el país”. Sigamos el mensaje de esa reflexión para que los béticos nos preguntemos qué podemos hacer por el club. El apoyo, la ilusión, los buenos deseos además no cuestan dinero.

Foto. Al Final de la Palmera