JJ Barquín @barquin_julio Esta crisis ha venido a demostrar que muchos hacen gestos para ser vistos, para figurar. Con esa actitud, vacían de sentido sus acciones, pero les importa un bledo. Es una de las consecuencias de esta sociedad de fachada en la que vivimos. Y con la llegada de las redes sociales, el figureo ha amplificado esa estupidez humana de sentirse importantes por el mero hecho de escribir un tweet o grabar un vídeo. Algunos por conseguir más “likes” o seguidores han hecho estupideces tales que han llegado a perder la vida. El filósofo Emilio Lledó señalaba que “de qué sirve la libertad de expresión si no digo más que imbecilidades”. Se preguntaba de qué sirve la libertad de expresión, si no sabes pensar, si no aparece el sentido crítico, si no sabes ser libre intelectualmente. Eso unido a esa capacidad que tenemos los latinos de opinar de todo y saber de todo, ha fabricado este país de imbéciles donde vivimos.

Ahora trasladen la reflexión al mundo del Betis. Y no me refiero a los miembros de la prensa sevillana, que esos son para darles de comer a parte. De ellos, hemos hablado en demasía y ya están más calados que las sandías. Dirijo la mirada hacía nuestra casa. Desde hace tiempo, tenemos un buen número de creadores de opinión, de expertos balompédicos verdiblancos. Basta con hacerse con un perfil, creerse alguien y estar muy aburrido. Porque además, tienen la virtud de ser proactivos y no tener miedo a decir infinidad de tonterías. Individuos que son capaces de hacer o decir lo que sea con tener su minuto de gloria. Hace poco deje de seguir a una persona que todos los días publica varios tweets vacíos de contenido, agarrándose a especulaciones sin sentido e intentando analizar aspectos fuera de contexto y de tiempo. Un suplicio que provocó el bloqueo aunque muchos días me encuentro otros “Selitos”.

El sábado observé un vídeo curioso en Facebook. Un tipo, al estilo mensaje institucional de Navidad, emite un mensaje en un patio andaluz rodeado de columnas. Solicita a la directiva que devuelva a los béticos el dinero de los abonos correspondiente a los partidos que se van a disputar a puerta cerrada. Según el gabilondo cutre, muchos béticos con la pandemia van a vivir una situación económica grave y la devolución de esa parte proporcional les puede salvar de penurias. Si se reflexiona un poco, no se entiende la crítica. Con total seguridad, el club estará analizando las distintas posibilidades para resolver el tema, pero se les atiza sin saber nada de lo que se está haciendo. Además, se juega con demagogia al dejar caer que esa pequeña devolución podrá arreglar la vida a las familias.

Basta con mirar los comentarios al vídeo para detectar el nivelito y por donde vienen los tiros. Un aficionado, de la misma cuerda, le indica que “hay que hacer un Betis grande, libre de abrazafarolas, enchufados y conformistas. Haro y Catalán son el cáncer del Betis”. Supongo que el que habla será un prestigioso economista que tendrá grandes empresas y una excepcional trayectoria profesional. Le contesta el creador del vídeo, indicando que “por supuesto que vamos a conseguir acabar con el enchufismo, conformismo y los palmeros”.

También supongo que el videolocutor de pandereta habrá desempeñado importantes cargos en magnas empresas, además de llevar a los equipos que ha dirigido a las más altas cotas deportivas. Después me fije que había un escudo en el vídeo. FBE. Frente Bético Exigente. Todo en regla. Criticas simplistas, estúpidas, vacías de pensamientos y llenas de antipatía y aversión. Palabras huecas que no tienen otro objetivo de erosionar a la institución para tener un minutito de gloria.