JJ Barquín @barquin_julio Muchos aficionados llevamos demasiado tiempo pidiendo algo impensable en el Villamarín en otros tiempos. Pedimos que la afición anime y ayude al equipo durante los 90 minutos. O por lo menos que no critique o silbe a sus jugadores. No ayuda en nada al equipo. Pero desgraciadamente no somos escuchados.

Es más, el tema se incrementa año tras año por la mal entendida exigencia y esa obligación imperiosa de ganarlo todo, olvidando de dónde venimos y lo que somos. Por si no fuera poco, los que pensamos de esa manera, somos señalados como palmeros y perdedores venidos de otra época, la del manquepierda, demostrando que no conocen el significado de ese slogan tan particular y universal.

Pero mira por donde la ciencia ha hablado. El profesor del departamento de Estadística y Econometría de la Universidad de Málaga, Manuel Jiménez está trabajando en un estudio que va a traer interesantes conclusiones en el terreno deportivo. El profesor Jiménez se pregunta qué pasa cuando un aficionado de un equipo de fútbol silba o pita a alguno o varios de sus jugadores cuando el partido no va bien. En un pequeño avance, adelantado por el profesor en redes, el estudio indica que el jugador criticado por los hinchas incrementa hasta un 3.000% sus concentraciones de cortisol en el encuentro.

Para que todos los entiendan, el cortisol es una hormona esteroidea -producida por la glándula suprarenal- que se libera como respuesta al estrés. Para el profesor Jiménez, la situación que vive el profesional agita su frustración y afecta a su capacidad para tomar decisiones, resolver situaciones y mejorar su rendimiento en el encuentro. En pocas palabras, el jugador nota la protesta y se desquicia.

Por un momento, piensen en su oficina o puesto de trabajo y en un día a día donde sus jefes le reprenden y critican con fuerza todo lo que hacen. Piensen en cómo se sentirían y luego actúen en consecuencia. Y no lo decimos los palmeros. Lo dice y lo confirma la ciencia.

PD.: La exigencia para que los profesionales que trabajan en lo técnico y para los que mandan en el club.

Foto: ABC