JJ Barquín @barquin_julio Se acabó la trayectoria de Setién en el Betis. Y se acabó con una meritoria victoria en el Bernabéu, por mucho que digan ciertos periodistillos de la emisora de los curas, algún “SER” amigo de Castaño o la jauría que pulula por las redes. Aunque el Madrid esté en chanclas, nunca es fácil ganar en la Castellana. Sigo pensando que solamente con Junior en plenas facultades y un delantero en racha, la historia habría tenido otro final (3 puntos¡¡¡¡). Pero eso es agua pasada y el molino ya está cerrado.

Y tras la tempestad, está llegando el tiempo de la calma e incluso del mísero peloteo a Quique Setién. Muchos de los que pusieron de grana y oro al cántabro, ahora lo están adulando y hasta alaban su gran trabajo por las redes. Incluso el grupito de animadores de Gol Sur, que cantaron hasta la saciedad contra él, ahora le dan las gracias por todo. Entiendo que Setién no haya entendido esta ciudad. En muchos aspectos y situaciones, es contradictoria y falsa como ella sola.

En el terreno futbolístico, siempre me gustó la propuesta del cántabro, tras años de ver un Betis ramplón y simple, tosco en muchos momentos. Setién le ha dado al Betis, además de buenos registros (lean un hilo de @pepeverderon sobre los números del cántabro y saldrán de dudas) muchas cosas. Pero, por encima de todas, una personalidad brutal. Daba igual el campo al que fuera y el rival al que se enfrentará que el concepto y las formas eran las mismas. Por supuesto, que no todo fue perfecto, que hubo nubarrones y muchas cosas no han salido como todos queríamos, pero el trabajo de Setién ha sido de notable bajo mi particular opinión.

Por todas esas razones, me sale darle las gracias. Pero también quiero pedirle disculpas por la incomprensión y las faltas de respeto personales recibidas durante este último año, independientemente del juego y de los resultados. Incomprensión de una gran parte de la afición, con faltas de consideración hacía su persona y familia; además de las agresiones verbales que ha tenido que aguantar por un grupo de periodistas sevillanos que se comportan como auténticos pandilleros. Por cierto, los periodistas afines a los colores verdiblancos también tendrían que reflexionar sobre su comportamiento en estos últimos tiempos.

Eso en el fútbol. Otra cosa ha sido lo extradeportivo. Y en eso Setién ha perdido por goleada, como el mismo ha reconocido. Y lo que me apena es que haya sido por decir a la cara y sin tapujos lo que pensaba. Lo que viene siendo, decir la puñetera verdad. Porque para mí, decir que muchos periodistas son como las vacas de Lezama, es la puñetera verdad. Porque para mí, mandar a tomar por culo a muchos que van al Villamarín a pitar sin fundamento (sobre todo, a canteranos), es la puñetera verdad. Porque para mí, exponer una realidad como la de Bartra es la puñetera verdad. Porque para mí, contestar en las ruedas de prensa a indeseables personajes que van a hacer periodismo basura, es la puñetera verdad. Etc, etc….

Setién cometió errores tácticos y técnicos como todo hijo de vecino. Pero el mayor desliz que consumó y que esta ciudad no perdona a nadie fue usar siempre la sinceridad. Se olvidó del postureo, de decir que tiene un color especial y le saco las miserias. Se hizo preguntas, se enfrentó a los que sostienen los micrófonos y cuestionó muchos aspectos que llevan mucho tiempo dormidos en el baúl de los recuerdos de una afición que se mira demasiado el ombligo. Por esa sencilla razón muchos le hicieron la cruz y ahí comenzó a cavar su tumba deportiva en el club.

Concluyo. Gracias Quique por todo lo que dijiste y todo lo que callaste -que según tengo entendido es mucho- en todo este tiempo que nos acompañaste. Espero y deseo de todo corazón que te vaya bien allá donde vayas y que sigas conservando, como dice la canción de la tierruca de Nando Agüeros, esa “fuerza del viento del Norte y esa bravura que viene del mar”.

 

Foto: El Periódico