JJ Barquín @barquin_julio Desde hace un tiempo, se viene entonando en el Villamarín un cántico que está haciendo mucho pero que mucho daño a la institución. Entre las composiciones musicales que corean los aficionados radicales de Gol Sur, viene siendo un clásico. “Yo quiero un Betis campeón”. Con una sencilla letra y un tono pegadizo, el mensaje ha ido calando entre gran parte de la afición y muchos, a base de repetirlo en cada partido, se lo han creído. Señores, tenemos un problema.

Y bien grande. Porque las canciones y los cánticos en el fútbol están muy bien para ayudar y empujar a los jugadores. Pero del dicho al hecho, ya se sabe. El Betis tiene masa social para aspirar a cotas más altas de las vividas en muchos años de nuestra historia. Pero ser campeón implica muchas cosas que el Betis como institución y como equipo, ahora mismo no tiene y, puede que nunca las consiga.

Lo primero, presupuesto. El Domingo hubo sobre el césped del Wanda 270 millones de euros de diferencia. Y aún así, no existió tanta diferencia como algunos quieren denunciar. Muchos de esos que se han creído que podemos ser campeones, que podemos arrasar en todos los campos, que vamos a convertirnos en el Madrid o el Barsa de Andalucía, deben pararse a reflexionar, los datos que arroja el equipo y, si siguen pensando lo mismo, cambiarse de equipo e incluso de acera.

Pero ahora muchos quieren ser campeones. Ni más ni menos. Del negro al blanco en cuestión de segundos. No solamente vale con conseguir competición europea o jugar con un estilo definido y atractivo, compitiendo en la zona noble de la clasificación. Ahora hay que ganarlo todo y levantar dos o tres copas cada año. Les han vendido la moto y se lo han creído o son ese bético de nuevo cuño, exigente, crítico, analista de tres al cuarto, que dramatiza cada derrota como si estuviéramos ante el apocalipsis. Porque estoy seguro de que, si tuviéramos datos de los partidos, las cosas se verían de otra manera. Serían desenmascarados en un momento.

Porque esos aficionados, exigentes parecen haber olvidado lo que representa el Betis, su historia, su ADN, la trayectoria de este club. El Betis ha sido siempre capaz de lo mejor y de lo peor; de subir al cielo y caer al infierno en una misma semana, en una misma temporada. De jugar como los ángeles un Domingo frente al líder y arrastrarse por el campo del farolillo rojo siete días más tarde. De ser EuroBetis a ser el CurroBetis. Eso también es el Betis. No lo olvidéis.

Pero ni recuerdan la historia ni son capaces de tener la paciencia y la confianza para dejar crecer y madurar un proyecto que tiene muy buena pinta. Con gente preparada en la dirección; con un gran director deportivo; con un buen entrenador y, año tras año, una mejor plantilla, es necesario que todos los béticos apoyen, ayuden y arrimen el hombro, sabiendo lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos ser. Yo quiero un Betis campeón, pero, sobre todo y por encima de todo, yo quiero al Betis. Con eso me basta. Lo demás vendrá, si es que tiene que venir. Porque no hay título más grande que…

P.D.: Datos ofrecidos en Twitter por Fran Martínez, experto independiente en estadísticas de fútbol.

Neoexigente:  No hay desequilibrio / Dato: 4º equipo de la Liga que más regates intenta.

Neoexigente: Sólo veo pases atrás / Dato: 5º equipo de Europa con más pases adelante.

Neoexigente: No tiramos / Dato: 6º equipo de la Liga que más tiros realiza a puerta.