Real Betis Balompié 1 (Júnior) – UD Las Palmas 0
Pablo Caballero Payán @pablocpayan Cuando todo el mundo pensaba en volverse a la Feria o a su casa con el sinsabor de un triste empate a cero, un certero cabezazo de Júnior hizo estallar de alegría al Villamarín, que ve como el sueño de la clasificación europea es una realidad casi palpable.
El partido no fu ni mucho menos brillante. El Betis no encontró la fluidez y la claridad en su juego de ataque para doblegar a un equipo que se va a ir a Segunda División por méritos propios. El conjunto de Paco Jémez no tiene ni fútbol, ni espíritu ni alma. Las oportunidades no llegaban con la frecuencia y con el peligro necesario para ganar el partido con solvencia. Solo una de Sergio León a la media hora logró inquietar al portero canario.
La segunda parte la comenzó el Betis con más brío y, de nuevo el delantero de Palma del Río, dispuso de dos oportunidades para adelantar a los verdiblancos. Los minutos iban pasando demasiado deprisa y los de Heliópolis no conseguían hincarle el diente a Las Palmas. Amat erró en la definición con todo a su favor. En lugar de tirar a portería intentó un pase a Sanabria. El delantero paraguayo estuvo a punto de llegar a un peligroso centro de Barragán ya en el descuento, pero el lateral bético se excedió en la fuerza a la hora de pasar una pelota que se paseó por el área pequeña sin encontrar rematador.
Y en cuando todo hacía indicar que el partido terminaría en tablas, de nuevo Barragán mandó un centro al corazón del área canaria. Y por allí apareció Júnior para cabecear el balón y hacer estallar de júbilo al Villamarín. Ya no hubo tiempo para más. El partido llegó a su fin y el Betis acaricia con las dos manos su clasificación para la Europa League.
LO MEJOR: el gol de Júnior en el descuento.
LO PEOR: a estas alturas del campeonato y tras ganar un partido vital en el descuento, es imposible quedarse con nada negativo.
FOTO: Antonio Pizarro (DIARIO DE SEVILLA)
Desde cuando no se vive lo que estamos viviendo. Desde cuando no se siente lo que estamos sintiendo. En otra época, en otro año, en otra temporada, en el minuto 93 habríamos cuatro gatos esperando un no sé que milagro……Ayer no se movía nadie de su asiento porque la fe que hay en el equipo se palpa y fue lo que impulsó a Junio a elevarse y meterla allí donde nadie llega.
Lo que vino después es el éxtasis en todo su apogeo, el subidón de los que hemos estado años esperando esto. El abrazo con cualquiera, con el de delante con el de atrás, da igual…..Y esos botes daban rienda suelta a una gran alegría.
Da igual que luego leas nada más acabar el partido a un tal Álvaro Borrego de El Desmarque dando una lección de periodismo, titulando “Empate agridulce que sabe a poco”, y repartiendo estopa a diestro y siniestro. Da igual que luegas pida mil perdones varias veces, os seguís retratando y lo mejor de todos, que mal lo lleváis, pero muy mal.