JJ Barquín @julio_barquin Cualquiera puede encontrar en las redes y en Internet -antes de las 12 horas, que después cierran- estudios y análisis de posicionamiento de marca e imagen de empresas. Existen estudios que utilizan fórmulas para determinar cuál es la posición de marca con respecto a la competencia. En esa receta aparecen conceptos como familiaridad, estima, relevancia y diferencia.

Si pensamos en la marca Betis, las cuatro coordenadas de la fórmula son definitivas para saber el poder que tiene el escudo de las trece barras. Un poder que es universal, labrado gracias a generaciones de béticos que hicieron singular y único este bendito club. Pero si queremos representar en una persona todos los valores y el poder de una marca como la del Betis, tenemos que pensar en Joaquín Sánchez. El portuense es un embajador sublime de la marca Betis y basta con salir de nuestra ciudad para comprobarlo.

El trabajo me llevó el pasado lunes a Zaragoza para asistir a una feria internacional. Dentro de las conversaciones que surgen en un evento de este tipo, irremediablemente salió el fútbol y seguidamente la vena verde y blanca de quien escribe. Tres de las cuatro personas con las que compartí tertulia admiraban con fervor al extremo del Puerto. Carisma, personalidad, arte, gracia, desparpajo eran las palabras de las personas que coincidían en que les parecía un tipo peculiar, un genio de los que cae bien en cualquier lugar, a cualquier persona. Uno de los tertulianos, llegó a decirme que de Despeñaperros para abajo era del Betis por Joaquín.

En el camino de vuelta en el AVE me puse a reflexionar en su trayectoria y en lo que supone y le está dando al club un jugador como Joaquín. Y no me refiero a lo que demuestra sobre el césped, dando ejemplo a todos de su profesionalidad y amor a unos colores. Me refiero a lo que está aportando en materia de imagen, de marca, de captar simpatizantes para la causa verdiblanca.

Muchos de los resentidos fustigadores que tiene este club, cuando las cosas han ido mal dadas, le han castigado duramente por ser más humorista que jugador. Incluso los desgraciados que ladran en los medios de comunicación lo desprestigiaban señalando que ha venido para llevárselo calentito y contar chistes. Joaquín les ha callado la boca a todos. Además, se ha convertido en la mejor carta de presentación del Real Betis en el mundo entero.

El pasado Domingo cumplió 700 partidos como profesional, vistiendo la camiseta de cuatro equipos como Valencia, Fiorentina, Málaga y Betis. Si esta temporada lograse participar en los 14 partidos que restan, llegaría a los 474 partidos en primera de la liga española y pasaría a José Ramón Esnaola, convirtiéndose en el jugador bético que más partidos ha jugado en nuestra liga.

Joaquín es un mito viviente y debemos cuidarlo y admirarlo como lo hace la gran mayoría de la afición verdiblanca. Y cuando termine, este humilde bético que les escribe, lo propone como nuevo embajador del Real Betis. Lo de presidente vendrá solo.

Foto. Real Betis