Pablo Caballero Payán @pablocpayan En Libre y Directo, programa de Radio Sevilla de la Cadena Ser, ayer se habló de cuernos. Ante la pregunta de Santiago Ortega de si le habían tirado cositas en el estadio Benito Villamarín, Paco, ex portero del Sevilla, respondió que le tiraron lo que allí sobran: cuernos. Lo peor no es la salida de tono del antiguo cancerbero sevillista, si no las risas de los periodistas.

Esperar de una persona condenada por homicidio frustrado unas declaraciones sensatas, elegantes y educadas es como esperar que un cerdo huela bien o que un mono no se coma sus piojos. Más aun cuando la entrevista se produce en un almuerzo de homenaje a SuperPaco en la previa del enfrentamiento de sus dos equipos: Cádiz y Sevilla. Supongo que la cerveza o el vino se le subieron más de la cuenta a la cabeza. Curioso paralelismo entre el alcohol y los cuernos.

Lo que si es vomitivo, deleznable e impropio de supuestos profesionales son las risas ante tal falta de respeto. Un profesional íntegro debería haberle reprochado al ex portero sevillista su salida de tono, exigiéndole respeto y llegados a ese punto, terminando ahí la entrevista, pidiendo perdón a los oyentes béticos y criticando la actitud del entrevistado. Todo lo que no sea eso es complicidad con él y asumir su discurso y declaraciones. Me llevaría una sorpresa mayúscula si en el programa de hoy piden perdón.

Desde luego no voy a comprobarlo porque, afortunadamente, dejé de sintonizar este programa faltón y déspota hace mucho tiempo. De hecho, las declaraciones me han llegado por un tuit de Pepe Elías en el que se incluye el audio. Os dejo el enlace y, si tenéis estómago, oigan a partir del sexto minuto. https://www.sevillainfo.es/noticias-de-deportes/paco-campo-del-betis-me-tiraron-unos-cuernos-lo-alli-les-sobra/

Y lo que aun no se ha producido y es lamentable que no haya ocurrido es una queja pública del Real Betis Balompié. No se si de manera interna y privada se ha hecho, pero creo que las declaraciones son demasiado irrespetuosas como para permanecer callados. Alcen la voz y exijan que pidan perdón por las risas ante una grave falta de respeto a toda la afición bética.