Real Betis Balompié 3 (Boudebouz y dos de Tello) – Cadiz CF 5 (Barral, dos de Romera, Aitor de penalti y Kecojevic)

Pablo Caballero Payán @pablocpayan Sigo igual que anoche: sin palabras. Porque más allá de lo obvio (vergüenza, ridículo, espanto, humillación, sainete, calamidad…) es difícil intentar explicar lo que pasó sobre el terreno de juego del Villamarín. O mejor dicho: es doloroso, porque es evidente lo que ocurrió.

Ocurrió que hubo unos jugadores vestidos de amarrillo que dignificaron la profesión de futbolistas y otros, vestidos de verdiblanco, la pisotearon. Ocurrió que el Cádiz jugó con intensidad, inteligencia, sacrificio y acierto ante un rival que es un cadáver. Ocurrió que el equipo cadista supo aprovechar la debilidad de los béticos, que han dimitido de competir dignamente cuando saltan al césped. Ocurrió que las alarmas que el otro día decíamos que había que encenderlas saltaron por los aires y el estropicio provocado por este resultado bochornoso va a ser muy difícil de recomponer.

Cinco goles encajados ante un equipo de Segunda División y todavía es incapaz Quique Setién de decir que no fue un ridículo mayúsculo. Cinco goles desesperantes por las facilidades que se le dieron a los de Álvaro Cervera para que lo lograran. A los dos minutos llegó el primer desajuste defensivo con una mala salida de balón y con Tosca tirando tarde el fuera de juego. El segundo y el quinto fueron en dos saques de esquina mal defendidos (por enésima vez en al temporada) por el Betis. El tercero fue de penalti tras un error grosero de Rafa Navarro al cederle la pelota a Dani Jiménez. El lateral derecho bético también falló en el cuarto gol del Cádiz, al verse superado muy fácilmente por el atacante rival, que llegó si apenas oposición al área verdiblanca para realizar un sencillo pase de la muerte.

La desesperación y la impotencia son tan grandes que el Betis, a pesar de disponer de media hora para lograr el empate tras el 3-4 de Tello, fue incapaz de generar una sola jugada de peligro. Es incomprensible cómo este equipo se ha pegado este batacazo. Es inconcebible pasar en dos meses de asombrar a todos con un fútbol espectacular y con una victoria sonada en el Bernabéu a la situación actual. No me creo que la baja de Feudal sea la causante de todos estos males. Tiene que haber una explicación más lógica y sencilla.

Quedan poco más de dos días para el partido de Las Palmas. A pesar de estar bien clasificados en la Liga (todos habríamos firmado en agosto estar octavos a tres puntos de la zona europea y a once del descenso) creo que cómo vuelva a salir derrotado el Betis en Gran Canaria, Quique Setién tendrá las horas contadas como entrenador verdiblanco. E insisto: más que por los resultados, será por las sensaciones que transmite el equipo.

FOTO: Manuel Gómez (EL CORREO DE ANDALUCÍA)