JJ Barquín @barquin_julio Faltan nueve días para quien escribe llegue al medio siglo de vida. Además del ciclismo, que es mi otra gran pasión, el fútbol copa mi vida deportiva desde que tengo uso de razón. Desde muy pequeño comencé a jugar al fútbol y con cinco años era un bicho raro pues pedía a mis padres la equipación del Bayer de Munich y de la selección alemana.

Eran años donde el fútbol alemán dominaba el universo futbolístico y uno admiraba la fuerza, la entrega, la potencia y el poderío de ese fútbol, mientras que la mayoría se fijaba en Brasil, Francia o la Holanda del fútbol “total”. Mis ídolos eran Rummenigge, Breitner, Matthaeus, Schumacher, Briegel o Foerster, mientras años más tarde admiraba a Bernd Schuster cuando llego al Barsa.

No hace falta decir que mis gustos futbolísticos se centraban en equipos bien organizados, duros y poco vistosos para el resto de los aficionados. Para más escarnio, mis veranos de adolescencia los viví en el pirineo navarro con lo que el fútbol del norte siguió dentro de mis gustos. Cuando los de mi clase repudiaban a Osasuna, Logroñés, Real Sociedad, Alavés o Athletic, yo disfrutaba de ese fútbol caracterizado por la fuerza y la disciplina.

El único que durante mi vida ha sido capaz de cambiar mi gusto futbolístico ha sido Johan Cruyff. Como jugador no pude disfrutarlo pero como entrenador fue un placer ver a sus equipos así como escucharle explicando su concepción del fútbol. Hace poco vi un reportaje de Michael Robinson y resulta difícil no embelesarse con el genio holandés.

Entre sus frases más geniales, destacan: “Si tú tienes el balón, el rival no la tiene con lo que puedes controlar el partido y cansarlo”; ”El fútbol no es tanto correr como inteligencia y cerebro”; “Es todo muy sencillo: si marcas uno más que tu oponente, ganas”; Y por supuesto, la sentencia de su estilo: ”Prefiero ganar por 5-4 que por 1-0”.

Después de muchos años de penurias y de partidos soporíferos, vuelvo a asistir al Villamarín con la ilusión de ver a mi Betis y además de ver un espectáculo futbolístico que participa de la propuesta de la persona que más admiró en el mundo del fútbol. Setién me ha devuelto la ilusión por ver a mi equipo practicar buen fútbol. Ayer escuché a Santiago Segurola decir que recomienda a los que gusten del buen fútbol que pongan el televisor cuando juegue el Real Betis. Creo que con eso está todo dicho.

Y los que comienzan a criticar a Setién y al equipo, me presto a enviarles un vídeo con cualquiera de los partidos de años atrás. Será la edad pero prefiero deleitarme con lo que veo ahora, que seguir agarrado al fútbol tosco, defensivo y aburrido de los años pasados.