JJ Barquín @barquin_julio Jornada histórica la vivida el 28 de julio por todos los béticos. Una fecha para recordar aunque no podemos saber todavía si será para bien o para mal. El tiempo dirá pero la sensación generalizada es que se han roto las cadenas con una dictadura tirana que ha durado demasiado tiempo y que se abre una nueva etapa. Se palpa mucha ilusión y esperanza en la gran mayoría del beticismo y es una actitud esencial para construir un futuro mejor.

Debemos aprender de la historia para que no se vuelvan a repetir casos de tiranía como el protagonizado por el usurero de Jabugo. Debemos aprender de lo pasado para no volver a adorar a más becerros de oro. Debemos ser exigentes y estar atentos a todos los movimientos, sin perder nuestra idiosincrasia y el manque pierda. Debemos tener paciencia y dar tiempo al nuevo proyecto, sin por ello no exigir y reclamar ante los dirigentes para que sean capaces de alcanzar las mayores metas deportivas e institucionales. Y debemos tomar conciencia que seremos más grandes si nos hacemos con buena parte del control accionarial del club.

Por eso, es el momento de los béticos de a pie, de la fiel infantería verdiblanca, de la que nunca falló. Es el momento de arrimar el hombro, de comprar acciones para que el capital social de nuestro club tenga máxima presencia entre sus aficionados. Y es el momento de  exigir a los que mandan que se organice una venta con facilidades para los aficionados y socios del club. El acuerdo debe ser una herramienta para acercar el club a su gente, para que todos seamos una masa social que vigila, controla, exige y decide. El acuerdo no debe convertirse en una herramienta para hacer más fuertes a algunos apellidos ilustres de la Sevilla más rancia y tradicional.

Otra de las tareas pendientes del bético de a pie es crear un clima de unión, concordia y paciencia para poder remar en la misma dirección y alcanzar las metas que todos deseamos. La crítica continua y feroz, la insatisfacción crónica y el pesimismo diario lo único que provocan es desazón y desunión.

Hace pocos días se celebraba el aniversario del nacimiento de un insigne andaluz que escribió un texto que nos puede servir para cambiar el rumbo en este momento histórico que nos ha tocado vivir. Leyendo a Antonio Machado podemos aprender muchas cosas como que……

Todo pasa y todo queda,

pero lo nuestro es pasar,

pasar haciendo caminos,

caminos sobre el mar.

 

Nunca persequí la gloria,

ni dejar en la memoria

de los hombres mi canción;

yo amo los mundos sutiles,

ingrávidos y gentiles,

como pompas de jabón.

 

Me gusta verlos pintarse

de sol y grana, volar

bajo el cielo azul, temblar

súbitamente y quebrarse…

Nunca perseguí la gloria.

 

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

 

Al andar se hace camino

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

 

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar…