JJ Barquín @barquin_julio Fondo y forma. En eso se resume el caso Ceballos. En el fondo, todos haríamos lo mismo. Es de necios pensar que el Betis, aún con todo lo que supone y significa, pueda competir contra gigantes del fútbol mundial. Cuando Madrid o Barsa llaman a la puerta, es imposible resistirse. Es entrar en el Olimpo deportivo, económico y hasta social de todo un país. Es alcanzar el culmen. Entiendo perfectamente al de Utrera.

Pero es en las formas donde se equivoca Ceballos. Supongo que mal guiado por la gente de Bahía y fatídicamente aconsejado por su familia, el chaval está gestionando desastrosamente su salida del club. Un club que le dio la oportunidad de demostrar lo que lleva dentro y que ahora ve cómo su pupilo rechazaba cualquier ofrecimiento de contrato o de cesión para que todas las partes implicadas pudieran ganar en la operación. Ceballos ha sido egoísta. Ha mirado por sus intereses y está en su derecho. Pero tendría que haber pensado en las formas, que son esenciales en cualquier acto de la vida.

Y lo son por el presente y por el futuro. Por el presente, porque habría sido recomendable salir de otra manera. Hablando claro, siendo sincero, facilitando las cosas al club que lo ha encumbrado, explicando las razones de su marcha, entonando puertas, no cerrándolas. Con sencillez y naturalidad.  Y por el futuro, porque la vida es muy larga y puede dar muchas vueltas. Él mejor que nadie lo sabe. El año pasado miraba las musarañas cuando un mal entrenador no contaba con él. Después, con la llegada de Víctor, ofreció un recital de calidad en cada partido del Betis, para terminar deslumbrando al universo futbolístico mundial en el Europeo Sub-21. Infierno y cielo en 365 días.

Por eso, Ceballos tendría que pararse a pensar que el escenario puede cambiar y que, en esos casos, haber actuado con mucha más humildad y con otra conducta puede ayudar a que las puertas de tu casa se habrán más fácilmente. El Madrid es una institución muy grande, con una afición que no perdona ni una. Es lo máximo, para lo bueno y lo malo.

De todo corazón, le deseo lo mejor a Ceballos, pero debería aprender de lo vivido y bajar de la nube porque si la cosa no funciona. Será entonces cuando a lo mejor ni pueda ganar, ni pueda sufrir con nosotros. Porque, querido Dani, tú sabes que como se sufre y se gana en el Betis, en pocos sitios. Esa es su grandeza.