JJ Barquín @barquin_julio Según ABC, Serra Ferrer y Quique Setién quieren dar un giro al centro del campo del Betis. Es una noticia que abre la puerta a muchas interpretaciones. Lo más coherente es entender que el giro va hacía la búsqueda de jugadores con un perfil técnico, de buen toque de balón como gusta al técnico cántabro. Sería lo más lógico, contemplando la trayectoria de santanderino.

Pero escuchando los nombres que baraja Serra Ferrer, no salgo de mi asombro. ¿Es normal cambiar a Petros por Mosquera? ¿Es razonable malvender al brasileño para pagar una millonada al jugador coruñés? ¿Tiene sentido volver a jugársela con una adaptación, teniendo al jugador que ha demostrado su compromiso a lo largo de tres años? Todos los equipos tienen a un futbolista de corte, de cierre, que trabaja para que otros la jueguen. Casemiro, Busquets, Gabi, N’Zonzi, Enzo Pérez, Vidal, Verratti o Khedira son algunos ejemplos. Todos tienen esa función en el equipo y son piezas más que necesarias para el buen funcionamiento del conjunto.

Por eso no entiendo la jugada con Petros. Siempre me ha gustado Petros por su trabajo, sacrificio, jerarquía, pundonor y corazón. Es el jugador idóneo para hacer la raya en el centro del campo del Betis. Además, recientemente se le ha renovado por su gran aportación desde que llegó al club hace tres años. En sus dos primeras temporadas ha jugado un total de 33 partidos con lo que es un jugador fiable, serio y muy regular. Decía mi abuela, piensa mal y acertaras. Por eso algunas veces uno huele a chamusquina con el tema fichajes y comisiones. Parece que todos pillan.

Eso, o la teoría que siempre me comento mi hermano y que comenzó cuando Josef Jarabinsky ficho por el Betis. En uno de los partidos de esa temporada, cuando los jugadores (Bilek, Grussmann y Kukleta) estaban haciéndose la foto de equipo, soltó la mítica frase: “¡ea!, ya tiene Jarabinky aquí a sus amigos de tasca”. Esperemos que Setién no se traiga muchos amigos de tasca y les saque rendimiento a los hombres que tiene en la plantilla. Es muy fácil despedazar lo que se tiene y fichar a gusto del consumidor. Sería otra característica que mejoraría su imagen como entrenador.