JJ Barquín @barquin_julio No era una tarde de buenas sensaciones en Heliópolis. Las noticias que llegaban por las redes sociales de un virus que afectaba a varios jugadores, los cambios obligados en la alineación y la excelente trayectoria del rival, anunciaban tormenta en una tarde primaveral. Pero volvió el CurroBetis y, donde menos se esperaba, apareció la victoria y la esperada salvación. No es que se hiciera un gran partido, pues el Eibar tuvo varias claras ocasiones, pero los hombres de Víctor maniataron correctamente a los de Mendilibar, que acabo desesperado en la banda.

Un improvisado Betis hizo un partido digno, lo que nos permite respirar y encarar la dura recta final sin tener que seguir haciendo cuentas o celebrando las victorias de los rivales de Leganés, Granada o Sporting. De entre todos los jugadores que ayer se pusieron la camiseta de las trece barras, me gustaría destacar a uno que pasa algo desapercibido pero que aporta mucho cada vez que sale de titular. Sobre todo, porque después de ver las crónicas de la prensa, creo que no sale todo lo bien parado que debería por su juego y aportación al equipo.

Me refiero al extremeño Alex Alegría, un jugador de club, trabajador, versátil, astuto, de los que hacen poco ruido pero son muy necesarios en cualquier plantilla. El pacense aporta fuerza, presión, altura, movimiento, genera espacios y ofrece una gran capacidad de trabajo. Una de sus grandes virtudes es su control aéreo y su forma de esconder el balón, además de crear espacios pues siempre atrae y termina sacando de quicio a los centrales rivales.

Es un currante del fútbol y se le nota. Sabe de dónde viene y lo que cuesta llegar a lo más alto, pues ha pasado por Segunda B, Segunda hasta debutar en primera con el Betis. Su mejor temporada fue la 2014/15 ya que militando en el Betis B consiguió 14 goles en 35 partidos. En la siguiente temporada, marchó cedido al Numancia donde completó un gran campeonato siendo titular y consiguiendo 12 goles, lo que le sirvió para volver al Betis. Su debut goleador en primera fue el 16 de septiembre del pasado año, cuando le marcó dos goles al Granada en la cuarta jornada del presente campeonato.

A sus 24 años, Alex Alegría tiene por delante un futuro prometedor y, aunque parezca una estupidez lo que voy a decir, debería convertirse en el Kanoute del Betis. Un jugador de referencia, que sirva para definir mucho mejor el estilo de un equipo que hace muchos años que no sabe a lo que juega.