Real Betis Balompié 0 – Villarreal C.F. 1 (Adrián)

Pablo Caballero Payán @pablocpayan Nuevo partido bochornoso, patético y desesperante del Betis de Víctor, que supuso otra derrota más, para no variar. La afición habló alto y claro anoche en el Villamarín. Y lo peor es la sensación de que la caída no tiene amortiguación posible.

El partido, por mucho que el entrenador bético se excuse en la falta de efectividad de los suyos, no tiene otra explicación posible que la del comienzo del primer párrafo de esta crónica. El juego de los verdiblancos fue ramplón, previsible, lento, impreciso, plano, descafeinado y un largo etcétera de calificativos negativos que ustedes quieran añadir. Vamos, que no hay por donde cogerlo.

Al rival, que para rizar el rizo era un buen equipo de fútbol, le bastó con estar bien plantado y jugar a medio gas a la espera de su oportunidad. Así fue y así ganó el partido. El Betis demostró ser un equipo timorato, inseguro y simple (a imagen y semejanza de su entrenador), si recursos para apretar al rival. La gestión de los cambios volvió a ser nefasta, tardía e incomprensible.

En resumen, un error tras otro del que se pueden sacar conclusiones claras y evidentes. La primera, por si a estas alturas no había quedado claro, es que este proyecto es un fracaso superlativo. La segunda es que Víctor Sánchez del Amo no debe ser el entrenador del Betis para la próxima temporada. La tercera es que vamos a sufrir mucho de aquí a final de Liga. Y la cuarta es que Haro y Catalán han tirado por la borda todo el crédito que tenían. Valiente panorama.

LO MEJOR: absolutamente nada.

LO PEOR: absolutamente todo.