JJ Barquín @barquin_julio El pasado mes de octubre escribí un post donde alertaba del gran riesgo que suponía negociar con villanos como Lopera y Oliver. Han sido y serán trileros profesionales que no tienen escrúpulos y buscan sus intereses por encima de todo y de todos. No alcanzaba a entender las noticias que anunciaban que desde el club se estaba intentando llegar a un acuerdo, más si cabe cuando se llevaba mucho tiempo barruntando que el fin del lío en los tribunales estaba cerca de concluir.

Pero el viernes saltó la noticia del acuerdo con Bitton Sport y sigo desconcertado por todo lo que se ha hecho y se ha dicho. En un primer momento pensé que era una buena noticia para la estabilidad del club pero han ido pasando las horas y tras escuchar a unos y otros, el desencanto se ha instalado en mí. Sobre todo, porque uno tiene memoria y se acuerda de declaraciones pasadas, donde los que ahora son necesarios, antes eran presuntos delincuentes a los que les llegaría su hora. Y no lo digo yo, lo decía Ángel Haro el 25 de noviembre de 2015, en una peña de Castilblanco de los Arroyos. Era el momento de buscar béticos hasta debajo de las piedras para sindicar acciones y el presidente señalaba claramente a los “malos”:

“Atrás quedaron los tiempos en los que al Betis se le podía dañar y reírse de él. A estos presuntos delincuentes les llegará su hora. Una vez más os pedimos colaboración para la próxima junta. No nos podemos cansar. Los malos nunca duermen. Vamos a demostrarle a Castaño y compañía que los béticos no los queremos, con más contundencia si puede ser. Estamos ante el enésimo pulso de estos impostores al Betis y van a perder de nuevo.”

Ese es mi desconcierto. Ese es mi desencanto. No esperaba este abrazo a los saqueadores aunque supongo que la bendición del sanedrín verdiblanco (hermanos Cuéllar y Pepote García de la Borbolla, entre otros) ha pesado mucho en la decisión. Hace menos de dos años, Haro y Catalán hablaban de generar un movimiento de beticismo, que había que unirse para que no entrarán Castaño, Bitton o Lopera.

Yo estaba a muerte con esa idea y con esa candidatura. Hoy le dan vida a un especulador inhabilitado como Oliver a cambio de una infinidad de prebendas y de ponerle una alfombra roja para que entre por la puerta de cristales. El partido de Granada fue el golpe deportivo más duro en los últimos años y el anuncio de este acuerdo un golpe emocional que me hunde un poco más en ese estado de desconcierto en el que me encuentro desde hace meses.

Creo que la soñada estabilidad o paz social en el Betis lejos de instalarse, más bien se ha alejado más todavía. Haro y Catalán han jugado con fuego y ahora se han enemistado con las plataformas; han perdido mucha credibilidad ante los béticos por aliarse con una persona que vino al club para atracarlo y han dado más carnaza a Lopera.

De hecho, para terminar de completar el cuadro, en la tarde de ayer, el dictador de Jabugo Street anunciaba que emprenderá acciones legales contra Bitton Sport y Ahora Betis Ahora, señalando que “esto no se ha acabado”. Yo diría que no ha hecho más que comenzar. Y creo que Haro y Catalán no saben donde se han metido.

PD. Aclarar que mi única y humilde acción fue sindicada con la plataforma Ahora Betis Ahora.