Málaga Club de Fútbol 1 (Fornals) – Real Betis Balompié 2 (Jonas Martin y Sanabria)

Pablo Caballero Payán @pablocpayan Una cosa o situación kafkiana es aquella que es absurdamente complicada, extraña. Y eso le viene como anillo al dedo a lo que ha ocurrido esta noche en La Rosaleda. Y por supuesto, para seguir con Kafka, una metamorfosis radical e inesperada cuando el árbitro señaló el camino a los vestuarios tras la disputa de los primeros cuarenta y cinco minutos.

Lo que ocurrió en la primera mitad fue tremendo. Vulgaridad, mediocridad y un déficit de creatividad y generación de jugadas de peligro alarmantes. La falta de ideas, de intentar ser protagonista y de jugar con carácter y amor propio brillaron por su ausencia. Los continuos balones en largo que acaban en nada fue la tónica general de un equipo que hundido y derrotado moral y futbolísticamente. El error grosero y absurdo de Tosca no fue más que un detalle, una nimiedad dentro de la patética actuación del equipo verdiblanco.

Y solo un cuarto de hora después, salió otro Betis. Ceballos sustituyó a Felipe Gutiérrez y el equipo se transformó. Se adueñó del balón, corrió, presionó y jugó con el criterio suficiente como para lograr lo que finalmente consiguió: remontar el partido y traerse los tres puntos para Sevilla. El empate lo logró Jonas tras una gran jugada de Brasanac. Luego llegó el tanto de Sanabria, que aprovechó un resbalón de Demichelis para plantarse ante Kameni y batirle. Al final sufrió más de lo recomendable, pero esta vez la fortuna nos sonrió y la victoria cayó del lado verdiblanco.

Estos tres puntos deben servir para reactivar las constantes vitales de un equipo que estaba enfermando de manera alarmante. Lo veremos muy pronto y ante una buena piedra de toque: el viernes ante la Real Sociedad.

LO MEJOR: la remontada y la imagen de la segunda mitad.

LO PEOR: la primera parte, que fue bochornosa.