JJ Barquín @barquin_julio En una semana he aprendido más historia de Ucrania que en toda mi vida. Creo que todos hemos mirado Wikipedia o visto algún vídeo sobre el conflicto de Ucrania y Rusia para intentar comprender qué está pasando con el caso Zozulya. Y después de leer y ver, uno considera que es muy complicado hacerse una opinión sobre el conflicto de forma instantánea. Creo que habría que investigar y leer mucho para entender un proceso político en una zona con muchos cambios en su historia. Por eso, extraña y sorprende la facilidad que tienen algunas personas o grupos para ver la luz y dictar sentencia sobre una persona. Y resulta curioso es que dicte sentencia gente que se define como radical, convirtiendo en un sin sentido todo este tema.

Y lo peor de todo es ver como la humanidad no avanza en muchos aspectos como la libertad, la comprensión, el respeto y la tolerancia. El caso Zozulya se nos ha ido de las manos por el extremismo de unos radicales que han destrozado el fichaje de un futbolista que podía tener una oportunidad para demostrar su valía. Y también por culpa de un periodismo sensacionalista que se practica con alevosía en esta ciudad y en todo el país. Cuando Roman Zozulya apareció en el aeropuerto llevaba puesta una camiseta con una imagen gráfica y algunos medios, entre ellos ABC y 20 Minutos, lo confundieron con un escudo de un grupo paramilitar de extrema derecha. El daño estaba hecho por mucho que después se intentara aclarar que era el escudo oficial de Ucrania.

Estamos instalados en un periodismo que yo lo llamo ASP (amarillista-sensacionalista-propagandista) que difiere mucho del que me enseñaron en la Complutense de Madrid. Un periodismo que practica el radicalismo defendiendo unos colores desde el micrófono o la redacción de un periódico. Pero en este caso, se ha ido más lejos pues no se ha juzgado a un futbolista por ser mejor o peor, por meter más o menos goles, por ser más o menos técnico, sino que se ha juzgado a la persona y sus ideas. Espero que el jugador no se vaya a un sitio donde no lo quieren y se quede en el Betis para poder entrenar y seguir sintiéndose futbolista, que es la razón por la que vino al club.

Y duele escribir estas líneas, el día que ha fallecido uno de los grandes periodistas que ha dado esta ciudad, Francisco García Montes, el conocido Juan Tribuna. DEP